viernes. 19.04.2024

Es mejor que hagan y no digan.

No debe extrañar la actuación de Pablo Iglesias (líder de Podemos) y sus compañeros, ni hay que escandalizarse por sus insidias. Nada que reprocharles puesto que no engañan a nadie. Lo malo viene cuando intentan explicar esas maneras, esos odios y esos rencores. Eso sí que puede ser objeto de reproche. O no saben qué decir o no tienen más luces o ante un micrófono se acaba toda la sinceridad de sus actos.

No debe extrañar la actuación de Pablo Iglesias (líder de Podemos) y sus compañeros, ni hay que escandalizarse por sus insidias. Nada que reprocharles puesto que no engañan a nadie. Lo malo viene cuando intentan explicar esas maneras, esos odios y esos rencores. Eso sí que puede ser objeto de reproche. O no saben qué decir o no tienen más luces o ante un micrófono se acaba toda la sinceridad de sus actos.

 

Es mejor que hagan y no digan. Si Pablo Iglesias se siente orgulloso de lo que hace, no tiene por qué intentar justificar sus actos. Dice Iglesias que el hacer o decir lo que uno quiere, es una de las ventajas de la democracia. Puede ser. Pero la democracia también tiene sus desventajas. Una de ellas es propiciar que un tipo como Iglesias, pulule por la vida pública mostrando sin pudor sus miserias políticas.

Es mejor que hagan y no digan.