viernes. 29.03.2024

La desgracia sacudió el 25 de diciembre de 2013 a Muxía, la "zona cero" de la tragedia ecológica provocada por la marea negra del "Prestige", cuando un incendio que desencadenó un rayo devoró el santuario de A Virxe da Barca, cuya restauración se ultima para que, de nuevo, pueda lucir como antaño.

 

Era el deseo de todo este pueblo de la coruñesa Costa da Morte que la apertura coincidiese con este Día de Navidad, pero es algo a lo que no pudo darse cumplimiento, con lo que la "puesta de largo" está prevista, si nada lo modifica, para el inicio del 2015.

 

A consecuencia del fuego, fueron muchos los daños que se produjeron en esta construcción religiosa emblema de peregrinos, algunos de gran importancia, como lo ocurrido con el retablo mayor, que ardió por completo. Después de ese suceso, este municipio gallego volvió a concentrar el cariño y la solidaridad de ciudadanos de diferentes procedencias, que una vez más, como ya había ocurrido con la marea negra de fuel, se volcaron para ayudar a esta localidad costera, incluso a través de aportaciones solidarias para la reparación del hermoso templo.

 

Los 757.197,29 euros que ha costado la reconstrucción han corrido a cuenta de la Iglesia, y la Consellería de Cultura se ha hecho cargo del proyecto constructivo, con una partida que asciende a 36.300 euros.

 

La previsión era que el santuario estuviese abierto al público en el aniversario de ese incendio, pero finalmente, a pesar de que las obras ya han finalizado, "no puede ser", puesto que por las propias fiestas navideñas se ha retrasado en exceso la parte administrativa y burocrática.

 

Es lo que ha contado a Efe Carmen García, arquitecta que, junto a la especialista Carmen Rey, está al frente de K2C, el estudio encargado de ejecutar la restauración. En ese sentido, García señala, además, que ni el Arzobispado, ni el párroco del municipio les exigieron que el proyecto estuviese listo para la fecha del aniversario, puesto que lo más importante era "la seguridad".

 

Así las cosas, recuerda que "la rumorología" provocó antes que la gente también pensase que el santuario "podría estar preparado" para la festividad de la Virxe da Barca, una de las celebraciones con más afluencia de toda esta zona y que se celebra cada mes de septiembre. "Eso era más un deseo popular que una realidad, ya que nunca fue factible", subraya Carmen García. Ahora, además de permisos, falta también por rematar "la parte litúrgica", es decir, "vestir los santos y los altares, colocar la ornamentación del altar o colocar los bancos, que no fueron afectados por el incendio". El Santuario de Muxía recuperó en septiembre su imagen exterior previa al incendio, con una excepción, y esta es que ahora luce un pararrayos mayor al que poseía antes de las llamas. "Hicimos un estudio para que el nuevo pararrayos cubriera la iglesia y sus aledaños", comenta García, que insiste en que éste "sí es seguro". Con todo ello, esta experta señala que lo "más probable" es que "en los primeros días del año 2015" los devotos de la virgen de A Barca ya puedan visitar el Santuario. Con este mensaje, el sacerdote, Manuel Liñeiro, se confiesa satisfecho por el resultado de la restauración del santuario porque "había quedado todo destruido" y se han hecho muchas cosas a lo largo de estos meses para reemplazar las pérdidas. Su impresión es muy buena, en especial por los retablos laterales que se han podido restaurar y que hoy ofrecen una "imagen magnífica". El párroco insiste en que no se dispone todavía de una fecha fija para lo que da en llamar "re-inauguración" de un emblemático edificio que visitan los transeúntes que terminan el Camino en Fisterra, pero "todo el mundo está a la espera", ya que será una jornada "muy especial".

 

Una Navidad sin el santuario de A Virxe da Barca abierto al público