jueves. 28.03.2024

El deán de la catedral de Santiago, Segundo Pérez, ha declarado hoy que el acceso al templo compostelano será muy difícil de seguir creciendo la afluencia de peregrinos al ritmo de los últimos años. Pérez se ha pronunciado así al hacer un balance de las actividades de la cátedra del Camino de Santiago y de las Peregrinaciones, en el que también ha participado el director gerente de la firma pública Xacobeo, Rafael Sánchez, dependiente de la Xunta.

 

El Camino de Santiago de Compostela prevé batir de nuevo este año un récord de peregrinos y registrar más de 320.000, superando el récord anterior de 301.036 credenciales entregadas el año pasado por la Iglesia católica, que “No sabemos mucho qué hacer”, ha afirmado Pérez, que ha señalado el incremento de las quejas por largas colas y esperas de acceso durante la temporada alta al interior de la catedral.

 

“Hay lo que hay y es lo que es”, ha añadido Pérez, en alusión la afluencia y al tamaño del edificio, que ha reconocido que hay problemas para albergar a tantos visitantes y peregrinos sin perjudicar a aquellos que requieren “atención espiritual” a su llegada. El deán del templo católico compostelano ha destacado el carácter religioso de la ruta jacobea y ha advertido de que se puede poner en peligro esta experiencia de crecer demasiado el número de personas que lo recorren hasta Santiago de Compostela.

 

A este respecto, Sánchez ha asegurado que el Ejecutivo gallego está “trabajando en la regulación de los flujos” y ha indicado que este es un asunto “mucho más complejo” que el de otros monumentos, puesto que no existe una forma precisa de limitar el acceso y acotarlo. El deán de la catedral también ha aludido al éxito de visitantes a la zona de acceso al templo conocido como el Pórtico de la Gloria, que se ha convertido en la principal atracción, y ha opinado que “habrá que replantear el tema” de cara a la celebración del próximo año jacobeo, ya que mantenerlo cerrado supondría “quitar un elemento fundamental” al fenómeno de la peregrinación al templo cristiano.

El Deán reconoce una excesiva afluencia a la catedral de Santiago de Compostela