jueves. 28.03.2024

La Catedral de Santiago recibió hoy, desde primera hora, a los últimos peregrinos del año, que han decidido llegar a la meta de la ruta jacobea en una jornada tan especial como la de hoy, 31 de diciembre y día de la Nochevieja.

 

El que se acaba no fue un Año Jubilar, pero por las cifras lo parecería, puesto que a lo largo de este 2014 llegaron a Compostela un total de 237.700 caminantes, según los datos facilitados por la Oficina del Peregrino. Una de las personas que engrosa este cómputo es Lina María Lin, una mujer de origen chino pero residente en Madrid desde hace doce años, y una de las personas que esperó para "cumplir su sueño" al último día de diciembre.

 

Con una agenda viajera que revienta por las costuras, confiesa su amor por Galicia, hasta el punto de que conoce a la perfección su propia lengua. Acompañada por su hijo Jasón Qitian Zhang, de "diez años y medio" -como dice el propio niño a Efe-, aterrizaron en la plaza del Obradoiro a mediodía para participar en la tradicional Misa del Peregrino.

 

 

La historia de Lina María y de su vástago va mucho más allá de la aventura de un peregrino al uso. Nació en una familia de médicos chinos, un hecho que en ella tuvo una gran influencia, y por ello decidió estudiar, desde los 15 años, esta ciencia, concretamente acupuntura, aunque ella también tiene formación en Neurología. Desde hace más de una década reside en la capital española, donde regenta un centro naturópata basado en tres técnicas para paliar y tratar cualquier dolor o enfermedad: acupuntura propiamente, masaje chino y fitoterapia.

 

En un gallego hablado con fluidez, Lina cuenta que el día 17 de mayo de este año, que es cuando se celebra la gran fiesta de la lengua gallega, se bautizó por la Iglesia Católica, y de ahí que ahora tenga en su documentación como segundo nombre 'María'. Era un deseo y un anhelo que esta peregrina "especial" ansiaba desde hacía tiempo y que, por fin, hizo realidad, y con un detalle singular: un padrino bautismal oriundo del municipio coruñés de Melide.

 

Tras esto, peregrinar era casi una obligación, o así lo vivió, de manera que Lina y Jasón empezaron su ruta en Navidad desde Pedrafita do Cebreiro (Lugo). Un día, recuerda Lina, entraron en un bar del pueblo para comer algo y se encontraron con un grupo de personas que amenizaban la jornada de los comensales y de los visitantes a golpe de pandereta y gaita.

 

Esta mujer, una gran conocedora de la cultura gallega, decidió unirse a la fiesta y se puso a cantar un tema que dejó a todos "boquiabiertos", el conocido 'Negra Sombra', que toma la letra de un poema de la escritora Rosalía de Castro, al que puso música el compositor lucense Xoán Montés Capón. Un hecho como este desembocó en una fusión cultural, y a lo largo de seis días Lina y Jasón compartieron, con sus acompañantes, experiencias, risas y, cómo no, frío y cansancio. Los motivos de esta peregrinación también son especiales en este tándem de madre e hijo, ya que mientras la progenitora se mueve por motivos religiosos, el pequeño Jasón afirma que él decidió dedicar sus vacaciones a la Ruta Jacobea "para adelgazar".

 

No obstante, duda entre repetir o no, porque cuenta, con gracia y con garbo, que lo que menos le gustó fue "la caca de vaca, porque olía fatal", un comentario que provoca una sonrisa perenne en la cara de una madre orgullosa de haber completado el recorrido, y "más de hacerlo con su adorable retoño".

 

Previsiblemente el día 3 de enero, después de hacer turismo y de tomar las uvas de la suerte en un paraje distinto, ambos abandonarán Galicia con la esperanza de repetir cada año, si Jasón acepta, para continuar "fortaleciendo el espíritu". Al contrario de lo que ocurre con Jasón y Lina, que son noveles, en el Camino hay "legendarios", calificativo que reciben algunos que son fijos en estas fechas.

 

Es lo que ocurre con Adrián e Iván, dos de los miembros de un grupo que desde hace tres años está entregado a este itinerario, sin que quepa cambio de plan ni de fecha. "En un momento dijimos que lo haríamos... y lo hacemos", recuerda Adrián, que afirma que partieron el pasado 25 de este mes desde A Gudiña (Ourense) porque es "la ruta más larga" de Galicia.

 

Que el Camino estrecha lazos es un hecho tangible en sus miles de años de historia, y prueba de ello es que a este equipo, originario del municipio pontevedrés de Tui, se unió una francesa, que, como ellos, vio en esta época el mejor momento para realizar senderismo. "Este frío es más cómodo", detalla Adrián, y concluye: "Seguiremos mientras podamos", porque ni el ambiente gélido ni las fiestas navideñas son un impedimento para hacer el Camino de Santiago "a pie, en bici o andando, como el coche de San Fernando".

 

Los últimos peregrinos del año alcanzan su meta: Compostela