La lámpara y dos candelabros de la capilla mayor de la Catedral de Santiago se pueden admirar desde este miércoles en la exposición “Valadier. Esplendor en la Roma del siglo XVIII”, que rinde homenaje en la capital italiana a Luigi Valadier, el artista italiano responsable de su creación.
De este modo, la lámpara y los dos candelabros se suman a las otras 84 piezas del orfebre, platero y bronceador italiano que estarán expuestas en la Galleria Borghese de Roma hasta el próximo 2 de febrero. Las piezas de la Catedral de Santiago fueron elaboradas a mediados del siglo XVIII, cuando el maestrescuela Diego Juan de Ulloa realizó el encargo a Luigi Valadier en Roma con la intención de donarlas a la basílica jacobea.
La lámpara fue realizada en el taller ubicado en San Luigi dei Francesi, mientras que los dos candelabros ya fueron realizados en el estudio al que se mudó el artista en 1962, en la Via del Babuino, en Roma. La lámpara llegó a la Catedral en 1761, mientras que la llegada de los candelabros se demoró hasta diciembre de 1765; una vez en templo, y tras haber “maravillado” al arzobispo, éste consideró oportuno que su destino fuese la capilla mayor.
Casi 300 años después, las piezas han realizado el camino a la inversa, con un traslado “cuidadosamente organizado”, según ha asegurado la Catedral: viajaron desmontadas en doce cajas y realizaron un trayecto en camión hasta Barcelona, donde embarcaron hasta Civitavecchia, un puerto cercano a Roma.
Debido a sus grandes dimensiones -con pesos de entre 400 y 600 kilos-, las piezas se exhiben colocadas en unas estructuras realizadas especialmente para su exposición al público en la Galleria Borghese. En la exposición, comisariada por la directora de la Galleria Borghese, Anna Coliva, se muestran obras de Valadier como el bronce del San Juan Bautista de la basílica de Letrán -recientemente restaurado-, así como objetos más pequeños, como relojes, candelabros o centros de mesa.
