La artista de Malasia Samantha Lee es capaz de hacer que cualquier niño se coma la comida que más odia. Samantha estaba embarazada de su segundo hijo, cuando comenzó a hacer arte gastronómico en un esfuerzo por animar a su hija mayor a comer por si misma.
La artista dice que esboza sus diseños antes de hacerlos con comida, para mantener el orden y evitar el desperdicio de alimentos. Los cuentos de comida creativa que Samantha Lee prepara para su hija ya han dado la vuelta a medio mundo.