sábado. 20.04.2024

Kieran, un niño británico, nació sordo y sin orejas, sólo pequeños lóbulos en lo que debían ser sus orejas, tiene una enfermedad rara que afecta a sólo uno de cada 12.000 niños. Ahora, con 9 años, fue operado en el Hospital Great Ormond Street de Londres.

 

Antes de la operación ya podía oír gracias a un implante. En el quirófano, el equipo médico extrajo trozos de cartílago de seis de las costillas del niño. Se cortaron, moldearon y cosieron.

 

Estas armazones se injertaron dentro de una bolsa de piel y luego mediante succión tomaron la forma de una oreja. En seis meses Kieran necesitará una segunda operación para hacer que sus orejas se despeguen más de su cuero cabelludo, pero ya esta encantando con el resultado.

 

Cean orejas para un niño a partir de sus costillas