El penalti más famoso de la Liga, el que falló Miroslav Djukic el 14 de mayo de 1994 en la última jornada del campeonato, cumple mañana miércoles veinte años.
El Deportivo, al que defendía entonces el central, tenía el título en su mano cuando en el último suspiro de la temporada, en el partido ante el Valencia, el árbitro López Nieto pitó un penalti a favor de los coruñeses que les daba la posibilidad de conseguir por primera vez en su historia una Liga. En el campo no estaba Donato, que era el encargado de esos lanzamientos, y fue Djukic el que se encargó de ejecutar la acción desde los once metros, respiró hondo y su disparo lo atajó el guardameta del Valencia, José Luis González.
La celebración del portero y las sospechas de que el conjunto levantino estaba primado por el Barcelona, algo que confirmó en 2008 el exvalencianista Fernando Giner, encendieron la mecha de la rivalidad entre el equipo gallego y el valenciano, que vivieron varios episodios de tensión desde aquel partido en el que el Deportivo no pudo pasar del empate sin goles.
Ese resultado provocó que el título viajara en cuestión de segundos de Galicia a Cataluña, donde lo recibió con los brazos abiertos el Barcelona de Johan Cruyff, que había dado la vuelta al partido ante el Sevilla (5-2) en el Camp Nou.
Deportivo y Barcelona acabaron la temporada con 56 puntos (entonces la victoria otorgaba dos puntos), pero el conjunto azulgrana se adjudicó el torneo.
Veinte años después, aquella situación tiene algunas similitudes con la del campeonato actual, en el que el Atlético de Madrid afronta con ventaja la última jornada, en la que se enfrentará al Barcelona, que le arrebatará el título si le gana aunque ambos acabarían con los mismos puntos.
En 1994, el Deportivo se quedó con la miel en los labios y con una angustia que no se pudo sacar hasta que unos años después, en la temporada 1999-00, consiguió la Liga, con el Barcelona como segundo clasificado. Hace unos meses, en una entrevista, el ya expresidente del Deportivo Augusto César Lendoiro indicó que aquel penalti no lo tenía que haber lanzado Djukic, sino López Rekarte, que había llegado al Deportivo procedente del Barcelona en la temporada 1991-92.
Pero fue Djukic el que asumió la responsabilidad y su error desde los once metros, que supuso muchas lágrimas en el estadio de Riazor, pasó a la historia en una noche negra para el deportivismo.
