viernes. 29.03.2024

Dos días después de haber certificado su vuelta a la Liga BBVA, el Deportivo ha cerrado hoy los actos festivos con un amplio programa vespertino que duró cerca de cinco horas y en el que deseó que sea la última vez que tiene que celebrar un ascenso porque aspira a quedarse para siempre en Primera.

Así reza el lema de una celebración que comenzó el sábado en el césped de Riazor tras derrotar al Jaén (1-0). Ese día, la fiesta continuó hasta altas horas después de visitar a sus fieles en la fuente de Cuatro Caminos y cenar en un local próximo al estadio. Hoy, el Deportivo volvió a subir al autobús descapotado del ascenso para cumplir con sus patrocinadores y recibir nuevamente el apoyo de sus aficionados.

Respecto al sábado, Manuel Pablo García y el portero Fabricio Agosto, los dos canarios del equipo, se animaron con lo que llevaban planeando varias semanas, un tinte amarillo que cambió la barba del lateral y el pelo del portero. Reanudó los actos en la fábrica de su patrocinador, Estrella Galicia, donde los blanquiazules visitaron las instalaciones y recuperaron fuerzas con un cóctel para sobrellevar el programa que tenían por delante.

El consejero delegado de la cervecera, Ignacio Rivera, destacó el cambio del Deportivo tras la llegada de Tino Fernández a la presidencia el pasado 21 de enero, cuando sucedió a Augusto César Lendoiro. "Ahora, la hoja de ruta está clara. Y hemos vuelto al sitio que nos corresponde, Primera División. Estoy seguro de que el Deportivo va a volver a dar grandes alegrías", auguró. El presidente del equipo deseó volver a esas instalaciones no para celebrar más ascensos, sino "otras cosas, que sean éxitos y títulos del club".

El equipo del ascenso posó delante de la fachada de El Corte Inglés en la ciudad gallega, en las escaleras de la oficina principal de Novagalicia Banco, y ofreció el ascenso a la patrona de la ciudad, la Virgen del Rosario, en la iglesia de los Dominicos, en la ciudad vieja de A Coruña. "Hoy la ciudad es un poco más feliz", les dijo el cura a los consejeros, el cuerpo técnico, los jugadores y otros empleados del club, que cogieron rumbo al último destino: la plaza de María Pita. Allí llegaron a las 21.15 horas, quince minutos después de lo previsto, mientras sonaba el 'We are the Champions'. La afición entonó varios cánticos, especialmente 'el Depor es de Primera', cuando los miembros del equipo empezaron a bajar del autobús para entrar en el Ayuntamiento, donde les recibió la corporación municipal con el alcalde, Carlos Negreira, a la cabeza.

El regidor afirmó que el Deportivo "ha vuelto" a la Liga BBVA para "quedarse para siempre" y los jugadores acabaron el acto haciendo la ola. Desde el balcón del Ayuntamiento, en la céntrica plaza de María Pita, delante de 15.000 seguidores -cifra oficial-, el presidente blanquiazul, Tino Fernández; el entrenador, Fernando Vázquez; y los jugadores prometieron que no habrá más descensos después haber sufrido dos en las cuatro últimas temporadas. "Esta es la última vez que venimos a celebrar un ascenso. Las próximas veces va a ser para nuevos títulos, nuevas gestas. El Deportivo es un grande", dijo el presidente en su intervención.

El mandatario blanquiazul, que suele contenerse en sus manifestaciones, indicó que el Deportivo y sus aficionados son "los campeones de Galicia" y pidió "llenar Riazor". Esa misma idea la ratificó Juan Domínguez: "Este es el último ascenso que vamos a celebrar porque de Primera no nos movemos". Fernando Vázquez agradeció a la afición que "nunca" le falló "ni al equipo" ni a él y recordó lo que les dijo hace un año, tras el descenso. "Dijimos: volveremos. Pues ya está. Volvimos", aseguró el técnico gallego antes de que el lateral Laureano Sanabria, 'Laure', protagonizara una de las anécdotas al equivocarse de canción y rectificar tras su mensaje a la afición.

Los deportivistas concluyeron la fiesta cerca de sus seguidores, sobre una pasarela, hasta que volvieron a subir al autobús para acabar el trayecto en el escenario en el que habían comenzado la celebración el pasado sábado.

El Deportivo cierra los actos del ascenso con la ambición de nuevos títulos