jueves. 28.03.2024

Los nervios pudieron con el Deportivo y el Granada, que empataron sin goles en un encuentro en el que el portero mexicano Guillermo Ochoa detuvo un penalti al costarricense Celso Borges a falta de un cuarto de hora. Era una final para los andaluces y trascendental, aunque menos, para los coruñeses, y ambos firmaron un partido muy poco vistoso, con más errores que aciertos. La afición del Deportivo despidió con silbidos a su equipo porque la victoria le habría dejado a un paso de la permanencia.

 

El Granada se la jugaba y salió envalentonado, con esa casta que demandaba su entrenador, Lucas Alcaraz, quien, ante las importantes bajas que tenía (Mehdi Carcela, Uche Agbo y el colombiano Adrián Ramos, entre otros) apostó por el sistema 4-4-2, con el ecuatoriano Estupiñán por primera vez como titular. Los andaluces metieron al Deportivo en su campo, pero fueron los blanquiazules los que, sin estar finos con el balón, crearon más peligro en los primeros minutos, en los que el colombiano Marlos Moreno, que regresaba al once casi tres meses después, trató de aportar profundidad por la banda izquierda aunque sin demasiada suerte ni precisión. De un pase suyo tras una pifia de Foulquier, surgió el primer disparo a puerta del Deportivo a cargo del turco Emre Çolak, fácil para que lo detuviera el mexicano Ochoa.

 

Estuvo más cerca del gol el Granada justo antes de que se cumplieran los quince minutos de partido en un saque de esquina en el que fallaron las marcas del Depor y que Estupiñán, libre de marca, cabeceó mal a las manos de Germán Lux. El equipo de Lucas Alcaraz asumió un papel al que está poco acostumbrado, el de llevar la iniciativa en el juego, aunque la imprecisión del Deportivo, demasiado frío en el césped, le dio facilidades, como un ataque que remató Cuenca a la espalda del portugués Luisinho. Los locales dieron un paso al frente en los últimos instantes del primer periodo ayudados por los despistes defensivos del Granada, pero ni un cabezazo de Andone a centro de Carles Gil ni otro de Borges en un saque de esquina comprometieron a Ochoa. Tampoco se sintió demasiado intimidado en la otra portería Germán Lux en el arranque del segundo tiempo cuando Wakaso trató de complicarle la vida en una falta que cometió Guilherme después de que el Granada hubiera malgastado un contragolpe con superioridad de efectivos.

 

El Granada fue un flan en defensa y sus pérdidas de balón e inoportunos resbalones dieron vida en ataque al Deportivo, que no supo sacarle rendimiento. Solo un disparo de Juanfran desde el flanco derecho del área amenazó a Ochoa, pero el balón no cogió el efecto que buscaba el madrileño y se marchó a un par de metros del poste. A Marlos Moreno se le negó el gol justo antes de ser destituido y el Deportivo se encontró con un ingenuo penalti de Estupiñán a Andone a falta de 15 minutos que Borges ejecutó y Ochoa logró despejar. Los últimos minutos fueron los de la precipitación, los nervios y el miedo a perder. El Granada tuvo los tres puntos con una acción personal de Boga que se marchó por encima de la portería del Deportivo, pero las tablas fueron inevitables, un reparto de puntos mucho más productivo para los locales que para los visitantes.

0-0. Los nervios pueden con Dépor y Granada