El Celta, más rodado que el Deportivo y con una alineación más fiel a la que sacará en Liga la próxima semana, se llevó (2-0) el derbi amistoso ante su máximo rival regional, que todavía está en construcción tras el ascenso a Primera División y el cambio de titularidad en el banquillo. El 'Toto' Berizzo tenía ganas de clásico gallego por muy amistoso que fuera y su equipo buscó con verticalidad el área coruñesa, donde el argentino Larrivey estuvo a punto de cazar el primer balón en el segundo minuto de partido.
La defensa adelantada del equipo de Víctor Fernández y el juego entre líneas del cuadro vigués complicaron la vida a Fabricio Agosto, que estuvo atento a las incursiones del Celta, detuvo un mano a mano con Nolito tras un error defensivo, atajó un disparo de Krohn-Dehli, evitó otro remate de Álex López y permitió a su equipo mantener la portería a cero.
El Celta, dinámico y con mucha movilidad, marcaba el ritmo del partido ante un Deportivo con rotaciones en el equipo, con descartes como Diego Seoane y Javier Arizmendi en el once, y que volvía a competir apenas tres días después de la final del Teresa Herrera. El equipo de Víctor Fernández, quien vivió su primer clásico gallego del lado blanquiazul tras haber dirigido al Celta, empezó a estirarse en el césped de Pasarón superada la media hora de partido y las ocasiones se alternaron antes del descanso.
El Deportivo perdonó tras un saque de esquina que Álex Bergantiños no acertó a rematar, le anularon por fuera de juego un gol del polaco Wilk y el Celta despidió la primera parte con dos llegadas de Larrivey y Orellana que no sirvieron para que el marcador cambiara antes del descanso.
Lo hizo a los cuatro minutos de la reanudación, ya con el Deportivo más parecido al de Liga, aunque con matices, cuando Nolito, que está rindiendo a un nivel altísimo, anotó su sexto gol de la temporada tras un error de los coruñeses. Los de Víctor Fernández pidieron poco después penalti en una caída del portugués Luisinho en el área del Celta, que dejó los cambios para la segunda mitad.
El guion siguió escribiéndolo el equipo de Berizzo, que se acercó con peligro al área de su compatriota Lux y sentenció el amistoso cuando aún quedaba un cuarto de hora por jugar. El chileno Orellana penetró por el ala derecha y asistió a Larrivey, que resolvió en el área pequeña, imposible para el portero del Deportivo. A diez días para el arranque de la Liga, el Celta dejó la impresión de equipo más hecho, y sus aficionados se llevaron la primera alegría del verano a un mes para que el derbi gallego sea oficial en Balaídos.
