jueves. 28.03.2024

El Celta certificó la permanencia virtual con una victoria avasalladora sobre el Rayo Vallecano y actuación estelar del canterano Santi Mina, autor, a sus 19 años, de cuatro de los seis tantos de los celestes, que tras este resultado se pueden permitir el lujo de soñar con la séptima plaza.

 

El Rayo no tuvo ni siquiera la excusa de entrar con mal pie en el partido, ya que hizo honor a su nombre y en apenas 22 segundos se adelantó en el marcador con un cabezazo a bocajarro de Manucho. Suerte en la que a punto estuvo de repetir Amaya, otra vez a pase de Embarba desde la banda izquierda, pero en esta ocasión Sergio despejó con muchos reflejos.

 

El Celta replicó con igual contundencia tras una virguería de Nolito, que se fue de Amaya con un caño imposible y asistió a Larrivey, que envió el balón a la red con un remate ajustado al palo largo. Todo esto sucedió en apenas cinco minutos, en los que los dos contendientes cumplieron con las expectativas por su atrevida propuesta futbolística.

 

Pero una vez rebajada la euforia inicial, el equipo gallego se adueñó de la parcela central y empezó a hacer mucho daño por las bandas ante la apuesta de Paco Jémez de jugar con tres centrales. El mayor incordio para la zaga rayista fue Nolito, que tras varios avisos se sacó de la chistera una asistencia de gol a Santi Mina en una jugada coral de los celestes, y poco después el onubense pudo anotar el tercero, que salvó Toño.

 

Tan mal lo vio Jémez que a los 26 minutos rehizo su dibujo e introdujo a dos laterales, Nacho y Tito, sustitutos de Abdoulaye y Licá. Pero el panorama no cambió con esos cambios porque Nolito y Orellana siguieron a lo suyo, haciendo mucho daño con su movilidad. En un abrir y cerrar de ojos la brecha en el marcador se abrió hasta el 4-1 con los segundos tantos de Larrivey, que no lo festejó ante sus ex, y Mina.

 

El festival celeste continuó tras el paso por vestuarios ante la impotencia del Rayo, superado en todas las acciones divididas y muy deficiente a la hora de tirar la línea del fuera de juego. Santi Mina, que no había visto puerta esta temporada, aprovechó el descalabro visitante para anotar el cuarto, el quinto y el sexto, y entre medias, Nolito y Larrivey perdonaron en sendos mano a mano con Toño.

 

Con todo más que decidido el Celta bajó el pistón y aun así pudo hacer más sangre -Nolito remató al palo- en la fase de homenajes de la grada a los goleadores, Mina y Larrivey, ovacionados al ser sustituidos tras despacharse a gusto ante un rival que vivió una auténtica pesadilla en Balaídos.

6-1. El Celta arrolla al Rayo con un recital de Santi Mina