El explorador y empresario navarro Álvaro de Marichalar ha llegado este miércoles al Real Club Náutico de Vigo, procedente de Oporto, a bordo de su moto acuática y con tres horas de retraso sobre el horario previsto, en la que ha sido la novena etapa de la vuelta al mundo en la que se embarcó el pasado agosto. "Al zarpar se me ha parado el motor a diez millas ya de Oporto. Yo navego bastante en mar abierto, estaba como a tres millas de la costa", ha explicado a su llegada a Vigo De Marichalar, quien ha señalado que le llevó hora y media reparar la avería, lo que unido al "regular" estado del mar supuso un retraso acumulado de tres horas.
El aventurero navarro pretende circunvalar el mundo siguiendo la estela de la expedición organizada por el Rey Carlos I de España en 1519, que contó con el liderazgo del portugués Fernando de Magallanes y del vasco Juan Sebastián Elcano. De ahí que su aventura, que ha bautizado “1519WorldTour2019: Vuelta al mundo en conmemoración del V Centenario de la Primera Circunnavegación”, comenzase en Sevilla el pasado 10 de agosto, efemérides de la fecha en que los navíos españoles se echaron a la mar para demostrar que el mundo es redondo. De Marichalar alabó a su llegada a Vigo a "nuestros compatriotas", unos "héroes", tanto los portugueses como los españoles, que "al final lograron esta primera circunnavegación". "Eso es importantísimo conocerlo", ha dicho Marichalar, "porque nos enorgullece de ser peninsulares, de ser españoles, de ser portugueses, y sobre todo vivir en ese abrazo secular de siglos".
El explorador navarro, que viaja a bordo de una moto de tres metros de eslora a la que ha bautizado Numancia, en honor del pueblo celtíbero que resistió a Roma hace 22 siglos, se ha explayado sobre los lazos entre ambas naciones. "Es muy importante que España y Portugal caminemos juntos haciendo Europa, porque así lo hicimos hace cinco siglos y así tenemos que seguir dando ejemplo de lo que significa dos grandes naciones europeas civilizando todo el mundo", ha dicho. De Marichalar quiere aprovechar su viaje para denunciar la masiva contaminación de los océanos por vertidos plásticos, la pesca ilegal y el tráfico de personas.
En su travesía, el pamplonés navegará en riguroso solitario repostando combustible, durmiendo y consiguiendo agua y alimentos a lo largo del litoral. En el tramo trasatlántico y en el tramo desde Alaska a Rusia contará con el apoyo de un barco que navegará detrás de él transportando el combustible y los alimentos necesarios. Podrá dormir a bordo del barco de apoyo, que quedará a la deriva durante el tiempo de descanso como ya hizo cuando cruzó el Atlántico en 2002, en la travesía entre Roma y Nueva York. EFE
