El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha asegurado hoy que si el fabricante de aluminio Alcoa "tiene interés" se hará con fondos asociados al servicio de interrumpibilidad que necesita en la segunda subasta, que se celebrará antes de que acabe el año.
Durante una intervención en el Pleno del Congreso de los Diputados, Soria ha achacado a la estrategia de Alcoa en la primera subasta, celebrada hace unas semanas, el hecho de que no obtuviera los lotes que esperaba, después de que la empresa justificara en esta falta de fondos un ERE de extinción en sus fábricas de Avilés y A Coruña, que suman más de 800 empleados.
El servicio de interrumpibilidad es una herramienta de la operación del sistema eléctrico por el que se retribuye -con cargo al recibo de la luz de todos los consumidores- a determinados grandes consumidores por estar dispuestos a desconectarse de la red si existe una sobrecarga o falta generación.
En la reforma energética aprobada el pasado año, el Gobierno estableció que este servicio -dotado con unos 550 millones de euros anuales- se asignara mediante un mecanismo de subasta, con los objetivos de que resulte lo más barato posible y de evitar posibles denuncias por constituir ayudas de Estado.
La subasta, celebrada hace pocas semanas, asignó todos los bloques de 90 megavatios (MW), dirigidos a grandes industrias, pero quedaron sin cubrir algunos de los bloques de 5 MW, destinados a empresas medianas. Soria ha asegurado que Alcoa no presionó lo suficientemente a la baja los precios en las subastas de energía para las fábricas de A Coruña y Avilés -como sí hizo para la de Vigo- y por eso no logró adjudicarse los bloques.
De hecho, ha precisado que tras no adjudicarse los bloques de 90 MW a los que optaba, Alcoa los dividió en bloques más pequeños de 5 MW con el objetivo de acudir a la segunda ronda de la subasta. Soria ha añadido que la compañía fue una de las primeras en retirarse de esta segunda ronda para sus fábricas de A Coruña y Avilés, tras apenas "diez segundos" y cuando los bloques cotizaban a 250.000 euros, desde los 260.000 euros de salida.
En cualquier caso, ha reiterado que antes de que finalice el año se celebrará una nueva subasta para asignar los 200 millones de euros que quedaron pendientes -"en vez de ir a ahorro del sistema"-, una cita en la que ha confiado en que "la empresa puje, puje bien y pueda salvar esos puestos de trabajo". "Tienen que tener interés e intención", ha subrayado Soria, al tiempo que ha reiterado que se trata de una puja competitiva y que "no puede haber un sistema de subasta en unas condiciones para una empresas y para otras no".
