viernes. 29.03.2024

La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, dijo hoy que cree que hay "una oportunidad" para salvar las dos plantas en España del fabricante estadounidense de aluminio Alcoa y aseguró que el Gobierno no parará de trabajar hasta que efectivamente vea "que no se puede hacer nada".

 

En un encuentro en Pekín con corresponsales españoles durante su visita oficial a China, Maroto indicó que están en contacto con el consejero delegado de la compañía, Roy Harvey, para que éste hable con los responsables de la empresa en España con el objetivo de encontrar soluciones.

 

La ministra reconoció que la reunión que mantuvieron representantes del Gobierno central, gallego y asturiano con la empresa y los sindicatos "salió mal" pues la compañía no aceptó la reversión del expediente de regulación de empleo presentado. "Somos optimistas, tenemos otras crisis industriales en las que estamos trabajando y esperamos dar buenas noticias dentro de poco, no vamos a parar de trabajar hasta que efectivamente veamos que no se puede hacer nada", dijo.

 

"Creemos que hay una oportunidad para salvar las dos plantas y en eso estamos trabajando", recalcó. Respecto al coste de la factura eléctrica, una de los argumentos esgrimidos por Alcoa para el cierre, Maroto dijo que están estudiando sacar la subasta de interrumpibilidad, de la que Alcoa era la principal beneficiaria y que estaban a punto de hacer pública antes del anuncio hecho por la compañía.

 

Además, añadió, están agilizando la orden para que las electro-intensivas puedan cobrar las ayudas para costes indirectos de C02. La ministra recordó que la normativa que regula el precio de la electricidad "la aprobó el Gobierno anterior" y dijo que su departamento quiere abrir el debate para "llevar una buena ley al Parlamento en la que haya consenso".

 

"Esperemos que los partidos estén a la altura para que podamos sacar la ley lo antes posible porque nuestras empresas, pero también los consumidores, lo están pidiendo", dijo.

Maroto cree que hay una oportunidad para salvar las dos plantas de Alcoa