jueves. 18.04.2024

La abstención de los doce diputados provinciales del PP y de los del BNG permitió al gobierno de la Diputación de Lugo, que preside el socialista Darío Campos, sacar adelante el presupuesto de la institución para el año en curso, unas cuentas que incluyen un plan único de ayudas para los 67 municipios lucenses, dotado con 20 millones de euros, que serán repartidos mediante criterios "objetivos".

 

Durante su intervención en el pleno extraordinario, la diputada de Economía, Mayra García, recordó que los presupuestos de la institución ascienden a 84,8 millones de euros y que el 52% de esa cantidad, 44,5 millones, irán destinados a inversiones en los tres pilares que el gobierno provincial considera prioritarios: Empleo, infraestructuras y bienestar social. Recordó, asimismo, que el presupuesto aprobado hoy en el pleno permite mantener a cero la deuda financiera de la institución, así como respetar "la regla de gasto y los objetivos de estabilidad presupuestaria".

 

En cuanto al plan único de ayudas a los municipios de la provincia, Mayra García recordó que los veinte millones serán repartidos entre todos los ayuntamientos de Lugo de acuerdo con "criterios objetivos" que fueron aprobados en su momento en el seno de la Fegamp, mientras que, en cuanto al destino de ese dinero, subrayó que el gobierno provincial respetará "la autonomía" de las administraciones locales.

 

García también aprovechó su intervención para pedirle al Partido Popular que aplique los mismos criterios "objetivos" de reparto que incluye ese plan único de ayudas en las instituciones en las que gobierna, porque no lo hace "en la Diputación de Ourense" ni tampoco "en la Xunta de Galicia". Por su parte, la portavoz del grupo provincial del PP, Elena Candia, afirmó que el gobierno socialista "acierta cuando escucha a la oposición" y destacó el "esfuerzo" que hicieron populares y nacionalistas para que este presupuesto saliese finalmente adelante. Quiso felicitar a todos los grupos políticos por "este acuerdo", porque a su juicio hace que la Diputación de Lugo esté "más próxima" a una institución que realmente presta "asistencia económica a los ayuntamientos" y que está gobernada "para la mayoría" y no sólo para beneficiar "a unos pocos".

 

En todo caso, también afirmó que no se trata de "un cheque en blanco" para el gobierno provincial, porque a su juicio estos presupuestos "aún pueden ser mejorados". En cuanto al BNG, su portavoz, Xosé Ferreiro, dijo que la "política emocional" le decía a los nacionalistas que dejasen solo al presidente de la Diputación, por haber pactado el pasado año el presupuesto "a espaldas de su socio de gobierno", pero al final optaron por un postura más constructiva, porque ese plan único de ayudas "tiene muchas ventajas".

 

La más importante, para Ferreiro, es la "independencia absoluta" que les da a los alcaldes, no sólo frente al gobierno de la Diputación de Lugo, sino también frente a su "propio partido", porque disponen de una asignación presupuestaria para desarrollar su propia política "sin obedecer al presidente de la Diputación, ni al presidente de" sus respectivas formaciones políticas.

La abstención del BNG y PP facilita la aprobación del presupuesto de la Diputación