sábado. 20.04.2024

El pleno del Ayuntamiento de Pontevedra ha aprobado hoy una moción por la que exige al Gobierno central que paralice la prórroga la concesión de Ence sobre la ría de Pontevedra.

 

El texto se aprobó tras más de una hora de debate en un pleno provincial que llenaron los trabajadores de la planta, y en la que intervinieron también dos representantes sindicales, Ana Cedeira y Pedro Soto. El pleno se desarrolló de modo similar al que tuvo lugar el mes pasado en la Diputación, con la importante excepción de que el PP no abandonó en esta ocasión la sala.

 

Sí coincidieron, por lo demás, las posturas, tanto de los trabajadores, alineados con la dirección en la defensa de la permanencia de la planta más allá de 2018, fecha en la que se agotan los 30 años de prórroga establecidos por la Ley de Costas de 1988, como de los grupos políticos.

 

Con ocasionales interrupciones del público y llamadas a la calma y el "respeto" del regidor, Miguel Anxo Fernández Lores, el BNG, a través del edil César Mosquera, reiteró que su oposición a Ence es constante desde "finales de los 70", admitió que la planta contamina menos ahora que hace dos décadas y recordó que en las elecciones de mayo los partidos que respaldan el traslado de la fábrica obtuvieron 17 ediles (BNG, PSOE y Marea) y los que defienden la permanencia (PP y Ciudadanos) 8.

 

"Un alto cargo de la empresa nos dijo hace 13 años que les era más barato cambiar la opinión pública que la ubicación de la fábrica", rememoró, en una intervención en la que trató de contemporizar con los asistentes. Mucho más beligerantes que él fueron Luís Rei (Marea) y Agustín Fernández (PSOE).

 

El primero apeló, ante el argumento de los puestos de trabajo que se puedan perder, que el número de mariscadoras en la ría ha descendido también drásticamente, y que la compañía trata de "chantajear" a la ciudad usando a los empleados para condenar a "cadena perpetua" a la ciudad con la permanencia de la fábrica de celulosas, y criticar que la parroquia de Praceres, próxima a la fábrica, se ha convertido en "pesadilla".

 

 

El segundo fue un paso más allá y se quejó de los "calladitos y muditos" que no se pronunciaron en los últimos 30 años contra la "prepotencia y chulería" de la empresa que quiere "llenar bolsillos de fuera de Pontevedra", y tildando de "listos" a sus dirigentes, admitiendo "pasividad" en el Ayuntamiento ante la situación.

 

En el otro extremo se situaron María Rei, de Ciudadanos, que escuetamente rechazó la moción municipal tras advertir de que al Gobierno no se le debe "exigir" sino "solicitar". Desde el PP, Jacobo Moreira admitió que fue un "error" levantar la planta donde está pero dijo que "ahora ya no es posible el traslado" y defendió la permanencia a cambio de exigir más puestos de trabajo a la compañía porque "si Ence va a ganar, Pontevedra también debe".

 

Previamente intervinieron Ana Cedeira, representante de los 96 empleados de las oficinas de Ence, que defendió como "perfectamente compatible" la actividad de Ence con las demás "económicas y de ocio" y Pedro Soto, representante de los algo más de 200 empleados de la fábrica en sí, que dijo que buscaba "remover la conciencia" del pleno para no encontrarse después los ediles a trabajadores ya en paro que vivan de la caridad.

El ayuntamiento de Pontevedra "exige" al Gobierno que paralice la prórroga a Ence