El concejal de Espacios Ciudadanos del Ayuntamiento de Santiago, Jorge Duarte, ha explicado hoy la modificación puntual del Plan Especial de la Ciudad Histórica que decreta la suspensión de licencias para la autorización de nuevos establecimientos hoteleros, alojamientos y viviendas turísticas.
En rueda de prensa, Duarte ha explicado que el objetivo de esta normativa es frenar la proliferación de establecimientos de hotelería, en sus diferentes tipologías, y "fomentar el uso residencial del casco viejo de Compostela".
La modificación aprobada inicialmente, y que ahora tendrá que ser informada tanto por la Dirección General de Patrimonio como por la Secretaría General de Urbanismo de la Xunta, decreta automáticamente la suspensión del procedimiento de otorgamiento de licencias para la autorización de nuevos establecimientos hoteleros, alojamientos y viviendas turísticas y actividades de residencial comunitario.
En la práctica, se prolonga en el tiempo a moratoria que ya estaba vigente desde diciembre de 2015. Jorge Duarte ha explicado que esta suspensión se podrá mantener por un período máximo de dos años, tal y como se recoge en la Ley del Suelo de Galicia. El concejal ha incidido en que, en este plazo, "el Ayuntamiento deberá haber aprobado el nuevo Plan Especial de la Ciudad Histórica, del que ya hay un borrador que están analizando los técnicos, y un Plan de Gestión que diga cuáles son los usos autorizables en cada zona de la ciudad y en cada tipología de edificación".
El edil de Espacios Ciudadanos ha subrayado que el objetivo del Plan Especial debe ser "garantizar que la ciudad histórica siga siendo una zona viva de la ciudad y no una sucesión de establecimientos hoteleros".
Según ha apuntado, "el sector coincide en el diagnóstico de que hay un exceso de oferta, que lleva a que durante gran parte del año tengan que cerrar habitaciones, y que los establecimientos no puedan generar empleos de calidad".
Además, ha insistido, se debe abogar por "frenar la especulación en el casco viejo, porque es evidente que hay edificios a la venta que por su alto precio podrían ser adquiridos para darle un uso hotelero, pero no residencial". El resultado de todo ello, ha advertido, está siendo la pérdida de población de la ciudad histórica "un 10% en los últimos diez años".
