viernes. 29.03.2024

La postura de la firma minera Erimsa, que anunció un expediente de regulación de empleo (ERE) y reclamó a la Xunta concesiones para continuar con su labor de extracción de cuarzo en Mesía, Frades, Oroso y Ordes (A Coruña), constituye una forma de "presión", denunció hoy un representante del sindicato SLG, Ramón Barreiro.

 

La firma Erimsa, de capital chino y radicada en Noruega, anunció a principios de esta semana un ERE que afectaría a más de 60 profesionales, al indicar que si "continúa la actual situación" podría cerrar su explotación, después de que el Juzgado de lo contencioso-administrativo número 2 de Lugo desestimase su demanda contra el Ayuntamiento de Castro de Rei, que rechazó una licencia para extraer cuarzo en ese municipio.

 

En un comunicado divulgado el pasado lunes, Erimsa lanzó un llamamiento a la Xunta pidiendo que desbloquee los expedientes en trámite y conceda nuevos derechos mineros para continuar con su labor de extracción de cuarzo, alegando que el ERE es una "grave medida" debido a "la falta de materia prima" que "hace inviable el desarrollo de su actividad con normalidad".

 

Barreiro, representante del SLG en la denominada Comisión de seguimiento da Minería na zona de Mesía e en Defensa do Rural, un grupo que denuncia "irregularidades" en la explotación minera, denuncia en un comunicado que la postura de Erimsa es una manera de "presionar a la Xunta". Según el sindicalista, la explotación minera de Erimsa ha generado en los últimos años "mucho daño medioambiental en la zona de Mesía" con una actitud "contraria a lo que predica".

 

Entre esas irregularidades cita el "cambio de aguas subterráneos, el famoso enterramiento de las vacas 'locas' en canteras excavadas a varios metros de profundidad, entrada en fincas particulares sin permiso, engaños en la preparación del terreo, no ejecución de planes de recuperación medioambientales o dejar balsas abiertas de varios millones de litros de agua al aire abierto".

 

Alerta, en particular, que, "supuestamente, los trabajos de Erimsa en las zonas que trabaja a más de 20 metros de profundidad como en la zona de Lanzá, pueden activar el arsénico", un producto altamente contaminante susceptible de mezclarse en el agua y afectar la salud de las personas y animales.

Un sindicalista denuncia "presión" de Erimsa a la Xunta para extraer cuarzo