martes. 23.04.2024

Los principales sindicatos de Italia confían en que la posible fusión entre la compañía automovilística ítalo-estadounidense Fiat Chrysler Automobiles (FCA) y la francesa PSA, fabricante de Peugeot, respete los puestos de trabajo actuales. "Las prioridad tiene que ser impulsar el desarrollo y la producción en Italia y proteger el empleo", dijo este miércoles en un comunicado el secretario nacional de la federación que representa a los Empleados Metalúrgicos dentro del mayor sindicato del país, Fiom-CGIL, Michele De Palma. De Palma recordó el reciente fracaso en las conversaciones entre FCA y Renault para una operación similar y pidió al Gobierno italiano que siga de cerca la negociaciones para proteger los intereses nacionales en un momento de "gran transformación en el sector del automóvil".

 

"Cualquier hipótesis de acuerdo, fusión o colaboración conjunta debe comenzar con (el respeto) de la plena ocupación y la producción en plantas italianas", concluyó. La secretaria general del sindicato Cisl, Annamaria Furlan, dijo que si la hipotética fusión entre FCA y Peugeot "sale adelante sería importante tanto para el grupo italiano como para todo el país" y confió en que "concluya positivamente". El ministro de Desarrollo Económico, Stefano Patuanelli, se ha limitado a declarar que "es una operación de mercado" y que "lo correcto en este momento es no hacer declaraciones". FCA sube en Bolsa más de un 9 % y sus acciones se intercambian a 12,818 euros. El grupo tiene previsto publicar mañana sus resultados correspondientes al tercer trimestre.

 

FCA y Renault dieron a conocer en mayo que estaban en conversaciones para unirse como iguales, operación que habría supuesto sinergias de más de 5.000 millones de euros anuales, pero el grupo ítalo-estadounidense acabó abandonando la iniciativa, porque no se daban las condiciones políticas en Francia para que fuera un éxito. Renault, cuyo mayor accionista es el Estado francés con el 15 % de los títulos, controla el 43 % de Nissan, mientras que el grupo nipón tiene un 15 % en el accionariado del francés, sin derecho de voto, y controla el 34 % de Mitsubishi. El Gobierno francés supeditó su visto bueno a la operación a una serie de condiciones, entre ellas el "apoyo explícito de Nissan", que no se dio.

Sindicatos italianos esperan que la posible fusión FCA-Peugeot respete los empleos