jueves. 28.03.2024

Los trabajadores de la factoría que el Grupo PSA tiene en Vigo se mantienen expectantes ante la evolución que puedan tomar las conversaciones de la directiva con Chrysler Fiat para una fusión que consideran positiva para el grupo pero que podría tener consecuencias indeseables para el empleo. “Tenemos la confirmación de las negociaciones y, como el próximo 15 de noviembre tenemos una reunión del Comité Europeo del Grupo PSA, hemos solicitado que allí nos den más detalles”, ha dicho a Efe Santiago García Cameselle, secretario general de CCOO en la planta viguesa de PSA.

 

De momento, y en caso de que la fusión se concrete, García Cameselle señala varios aspectos positivos para el grupo, como su posible entrada en el mercado estadounidense, aspiración más fácil de concretar de la mano de Fiat. “Luego está el acuerdo de Fiat con Tesla para que los coches que venda Tesla en Europa le contabilicen a Fiat en la nueva ley de emisiones que entra en vigor en 2020. Y luego supone la creación de un grupo importante, y eso lo valoramos positivamente”, ha asegurado Cameselle. De la misma opinión es Víctor Mariño, representante de la CUT, que habla de sinergias en la compra de materias primas, en los contratos con proveedores para abaratar costes o en la unión de diferentes centros de investigación y desarrollo que multiplicarían la fortaleza de un grupo que se convertiría, por ventas, en el cuarto del mundo, justo por delante de General Motors. Sin embargo, los sindicatos, que ya vivieron la adquisición de Opel por parte de PSA en 2017, temen por el empleo.

 

“Antes nosotros competíamos con Madrid y las fábricas francesas, ahora competimos para la adquisición de modelos en Vigo con Figueruelas (Zaragoza), y hay que ser más baratos, y más eficientes, y siempre nos comparan con Figueruelas y a Figueruelas con nosotros”, asegura García Cameselle. El delegado de CCOO teme que esa competencia se pueda volver extrema con la incorporación de las fábricas que Fiat tiene en Turquía, República Checa, Serbia o India. “Las consecuencias que se suelen derivar de estas fusiones suelen ser siempre el cierre de fábricas donde existe duplicidad. Siempre suelen traer consecuencias a nivel de empleo”, ha asegurado Mariño, independientemente de que la fusión tenga lugar “en la banca, en la automoción o en cualquier otro sector”. Los sindicatos, que aseguran que “algo se olían” pero que no se lo terminaban de creer, han vivido una jornada en la que por la factoría han corrido los rumores a lomos de la noticia destapada por ‘The Wall Street Journal’, que habla de la posible fusión de dos gigantes para la creación de uno mayor valorado en 50.000 millones de dólares.

Trabajadores de PSA Vigo, expectantes ante la posible fusión con Fiat