jueves. 28.03.2024

 

El sindicato UGT considera imprescindible la adjudicación de un modelo para la planta viguesa de PSA Peugeot Citröen adicional a la nueva generación de furgonetas, llamada genéricamente K9, que da por segura, para mantener los actuales niveles de actividad y empleo.

 

En la presentación de la candidatura de UGT al comité de empresa de PSA Vigo, que celebrará elecciones el 3 de octubre, su cabeza de lista, Rubén Pérez, se ha mostrado convencido de que la multinacional francesa encargará las nuevas furgonetas a la planta de Balaídos, que compite con la factoría de Trnava (Eslovaquia).

 

Sin embargo, ha hecho hincapié en que no será suficiente para garantizar una producción anual por encima de los 430.000 vehículos, que es la cifra que calcula evitaría que a medio plazo se vea afectada la plantilla indefinida, porque recursos como la eventualidad o los turnos variables se están agotando.

 

Los diferentes ajustes de producción y días de parada por la caída de la demanda acabarán reduciendo la cifra anual de las más de 400.000 unidades previstas inicialmente a unas 380.000, según calcula UGT. Actualmente trabajan en PSA Vigo unos 6.400 empleados, de los que aproximadamente 500 son eventuales. Solo con la bajada de cadencia de producción de monovolúmenes, de 40 a 35 vehículos por hora, programada a partir del próximo mes de noviembre, UGT calcula que se irán a la calle unos 150 eventuales.

 

El portavoz de UGT en el comité de PSA Vigo ha calculado que hasta finales de 2017 o principios de 2018 habrá que "tirar con lo que hay", que son los monovolúmenes, cuya demanda parece ir en retroceso, y los modelos M3 y M4 para los mercados emergentes, que "no han funcionado" como se esperaba.

 

Por eso, ha hecho hincapié en que quedan por delante "tres años de dificultad", en los que habrá ERE de suspensión y turnos variables, y de "importantes tensiones" con la dirección. Y para más adelante, ha insistido en la necesidad de un segundo modelo aparte del K9, porque de lo contrario ha considerado inviable mantener las dos líneas de producción actuales.

 

Cerrar una significaría unos 2.000 empleos perdidos. Durante su intervención, Pérez ha recordado la filosofía del nuevo presidente del grupo PSA, Carlos Tavares, del monoflujo, es decir, una sola línea de producción por planta, así como su apuesta por "mejorar las cifras, los resultados", "sin que le importe lo que pase con la plantilla". Por lo demás, el cabeza de lista de UGT ha indicado que el Sindicato Independiente "no es un contrapoder" a la dirección, CCOO "un día dice blanco y el otro, negro", mientras "otros", en alusión a la CIG, "están a sus películas".

 

Se refería con esto a las concentraciones y a la huelga de hambre impulsadas por la central nacionalista por la readmisión de dos trabajadores despedidos.

 

Pérez ha roto el silencio que "por respeto" a los compañeros despedidos había mantenido hasta la fecha para revelar que, al menos en uno de los casos, la demanda presentada ante el juzgado no solicita la readmisión, solo una indemnización. Ha añadido que si UGT no se ha sumado a las protestas impulsadas por la CIG es porque no va "de comparsa de nadie", y ha deducido que si se organiza una huelga de hambre es "porque algo no se hizo bien".

UGT ve necesario otro modelo para Vigo más allá del K9, que da por seguro