viernes. 19.04.2024

Controladores aéreos piden dejar atrás el incidente de 2010 y exigen empleos

La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) ha clausurado hoy su 28 Congreso Nacional en Santiago, al término del cual ha expresado su voluntad de dejar atrás el cierre del espacio aéreo acontecido en 2010 tras una huelga general de este colectivo, que demanda la contratación de más trabajadores para cubrir las carencias del servicio.

La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) ha clausurado hoy su 28 Congreso Nacional en Santiago, al término del cual ha expresado su voluntad de dejar atrás el cierre del espacio aéreo acontecido en 2010 tras una huelga general de este colectivo, que demanda la contratación de más trabajadores para cubrir las carencias del servicio.

 

Así pues, esta organización sindical, mayoritaria en España, ha comunicado hoy su intención de "superar de una vez los hechos que dieron lugar al cierre patronal" de 2010 y establecer un "diálogo" amistoso con las Administraciones públicas, tal y como ha declarado su presidente, Pedro Gragera.

 

Gragera, que ha comparecido en rueda de prensa al término del congreso, ha considerado que la huelga fue tildada de "una rebelión que no fue tal", dado que -ha sostenido- en ningún momento se produjo abandono del servicio, como exponen los alrededor de 20 autos judiciales promulgados acerca de este caso. Actualmente, están por resolver algunos litigios judiciales más, en concreto aquellos relacionados con Madrid y las Islas Baleares, que desde USCA esperan que terminen de la misma manera que los anteriores.

 

Pasado este incidente, el líder sindical ha afirmado que es hora de "mirar al futuro" y "dejarse de guerras absurdas" que perjudican a los ciudadanos, ya que -ha asegurado- es patente la necesidad de contar con más plantilla para poder asumir con garantías el incremento del tráfico aéreo que se viene dando en los últimos años y que se prevé que continúe.

 

De acuerdo con las previsiones de varios organismos internacionales, el número de pasajeros de avión se duplicará en los próximos años, una cifra que Gragera ha definido como "conservadora" tras el aumento dado en España de un 10,8 % en el tráfico aéreo únicamente en el cómputo de 2015. "No es sostenible una plantilla donde la media de edad de los controladores aéreos tiene 50 años", ha advertido el presidente de USCA, antes de pedirle a la nueva persona que tome posesión del Ministerio de Fomento que muestre un enfoque para con esta cuestión "no cortoplacista". Gragera ha insistido así en la necesidad de elaborar un plan a diez o quince años vista, que tenga en cuenta las actuales demandas del sector de los controladores aéreos y garantice el relevo generacional en la profesión. En la actualidad, son alrededor de 2.200 las personas que operan como controladores aéreos en España, de las cuales se jubilan de media unas 50 al año, dejando vacantes unos puestos que de trabajo que no están siendo cubiertos. Las últimas incorporaciones de personal para el puesto de controlador aéreo datan de 2010 y la última convocatoria de plazas de 2006, una situación que Gragera ha tachado de "barbaridad" por las posibles consecuencias que puede acarrear. La falta de personal, ha abundado, genera problemas en el servicio como cancelaciones y demoras, así como tiene efectos directos en los propios trabajadores, que sufren mayores niveles de estrés y trastornos de fatiga crónica, producidos por la incertidumbre acerca de sus horarios laborales. Para paliar esta situación, el representante sindical ha abogado por contratar a más de 500 personas en los próximos tres o cuatro años "de forma lineal y sostenida" para poder subsanar los déficits que en este momento existen. Este proceso de "renovación en cadena" consistiría en la incorporación de nuevo personal de una manera gradual y progresiva, puesto que pasarían, en primer lugar, por torres de control con escaso tráfico diario para ir formándose y preparándose para los escenarios mayores que ocuparían luego. Asimismo, el presidente de USCA ha criticado el alto coste en torno a 75.000 euros por persona- de la formación específica para controladores aéreos y la ausencia de becas, existentes en otro momento, para estos estudios que, en la situación presente, provocan exclusividad y dificultad de acceso a la profesión.

Controladores aéreos piden dejar atrás el incidente de 2010 y exigen empleos