Los incendios forestales arrasaron en Portugal, entre enero y octubre de este año, un total de 442.418 hectáreas, según divulgó hoy el Instituto de Conservación de Naturaleza y Forestas luso. Hasta el 31 de octubre pasado, el número de hectáreas asoladas por los fuegos subió un 428 % respecto a la media de los últimos diez años, situada en 83.780 hectáreas. El año que menos superficie se quemó fue en 2008, cuando se contabilizaron 15.518 hectáreas arrasadas por las llamas. En el pasado año (segundo con más superficie calcinada de la última década) ardieron 160.096 hectáreas.
A lo largo de este 2017 hubo dos días de especial incidencia de incendios forestales, el 17 de junio y el 15 de octubre, cuando los fuegos provocaron la muerte de un total de 109 personas. El gran incendio desatado el 17 de junio en Pedrógao Grande, en el centro del país, provocó 64 muertos y más de 250 heridos. Y la oleada de fuegos que arrasó el centro y el norte de Portugal el pasado 15 de octubre, dejó otros 45 fallecidos y cerca de 70 heridos.
El distrito portugués más afectado en este 2017 es el de Coimbra, donde las llamas calcinaron 113.000 hectáreas, seguido de Guarda (60.000), Castelo Branco (52.700) y Viseu (46.800). Ha habido entornos naturales muy afectados por las llamas, sobre todo el Parque Natural Sierra de Estrela (próximo a la provincia española de Salamanca).
En este paraje la llamas consumieron 19.000 de las 89.000 hectáreas de su superficie protegida, es decir, una quinta parte del total. En la Sierra de la Gardunha, donde está la mayor superficie de cerezos de Portugal, los fuegos arrasaron 5.500 hectáreas, el 52 % de su superficie. Y en el Parque Natural Douro Internacional (que limita con la región española de Castilla y León) los incendios asolaron el 8,5 % de la superficie protegida, es decir, 7.392 hectáreas.
En el único Parque Nacional luso, denominado Peneda-Geres (próximo a la región española de Galicia), los incendios quemaron 3.017 hectáreas, lo que representa el 4,3 % de su totalidad
