Seis caballos atados con cepos han sido localizados en la aldea de Bustelo, en el municipio coruñés de Dodro, han denunciado la asociación animalista Libera y la Fundación Franz Weber que reclaman a la Xunta de Galicia erradicar esas prácticas de maltrato animal.
En un comunicado conjunto, las dos entidades de defensa de los animales destacan que esas prácticas están prohibidas en Galicia porque causan un terrible e innecesario sufrimiento a los équidos. La limitación de movimiento con cepos "puede suponer la comisión de un delito de maltrato animal, con penas de hasta un año de prisión y la inhabilitación a ganaderos para la tenencia, comercio o profesión relacionada con los caballos durante un máximo de 36 meses", advierten.
En este sentido insisten en que atar o inmovilizar a los caballos con estos artefactos es un "sufrimiento evitable" que modifica la conducta y la forma de desplazarse de los animales, posibilitando la aparición de heridas e incluso fracturas.
Denuncian que en los últimos años representantes de esas entidades han visto a "caballos con las patas mutiladas a causa de un cepo" e instan al Gobierno gallego a actuar con "contundencia contra los responsables" de esas prácticas.
