viernes. 19.04.2024

Agentes forestales han situado hoy a un acusado Manuel R.V. como presunto autor de, al menos, un incendio ocurrido en el municipio orensano de Cartelle durante el verano de 2016 e incluso han declarado que "él mismo reconoció" que provocó otros tres fuegos, cuando le sorprendieron in fraganti en uno de ellos. Durante el juicio, el acusado, que respondió únicamente a las preguntas de su abogado, se ha declarado "inocente" en la vista celebrada esta mañana en la Audiencia Provincial de Ourense y ha reconocido únicamente una posible "imprudencia" en el fuego ocurrido el 29 de septiembre tras admitir que tiró "por error" una colilla.

 

Según su versión, estaba fumando en el domicilio y después salió a la carretera tirando "por error" la colilla, que provocaría un fuego. Para el acusado, la Fiscalía pide una condena de cinco años y seis meses de prisión y una multa de casi cuatro mil euros junto con el pago de las indemnizaciones por los gastos derivados de la extinción de los fuegos, como presunto autor de cuatro incendios forestales ocurridos en el lugar de As Seixadas, en Cartelle.

 

A la salida del juicio, la fiscal especializada en delitos de medio ambiente, Carmen Eiró, ha sostenido que ha quedado acreditado que cometió cuatro incendios, ocurridos durante el verano de 2016 y que prendió los fuegos "aprovechando que las condiciones meteorológicas eran propicias", ya que las temperaturas medias eran de 23,7 grados, con vientos de velocidad de 5,4 kilómetros hora y ocho por ciento de humedad.

 

En concreto, la fiscal le atribuye un fuego que tuvo lugar en la parroquia de As Seixadas la noche del 30 de junio y que afectó a 0,01 hectáreas y otro ocurrido horas más tarde, en la misma zona y que, en esta ocasión, calcinó 0,35 hectáreas de monte arbolado. Además, le imputa un incendio ocurrido dos meses más tarde, el 23 de septiembre que afectó a 0,01 hectáreas. El último ocurrió a las 23:55 horas del día 29 de septiembre, y estaba próximo a una granja, afectando a 0,01 hectáreas de superficie no arbolada. Para ello, se ha sustentado en los informes elaborados por los agentes forestales que comprobaron "el perimetrado" de los fuegos y en el "patrón" seguido en los fuegos.

 

Todos los fuegos, según la fiscal, siguieron "la misma dinámica" relativa a que se produjeron "a partir de las once de la noche", en unas condiciones climatológicas adversas, en verano, "con una sequía espectacular" y un ocho por ciento de humedad, esto es, "por debajo del 12 por ciento, de tal forma que la probabilidad de que ardiese era de "casi del cien por cien".

 

Para la acusación, si no ardió más fue por la "rápida actuación" tanto de los propios agentes forestales como de los medios de extinción. Durante la vista oral, la agentes forestales, han asegurado que el propio acusado "reconoció los hechos" y dijo que "no sabía por qué lo hacía" cuando fue sorprendido el 29 de septiembre e incluso uno de ellos aseguró que le vio "agacharse" y prender fuego con un mechero pudiendo "ver con el resplandor la cara del acusado".

 

Un testigo afirmó que tenían "sospechas" del acusado por la dinámica de los incendios, motivo que les llevó a "centrar la vigilancia" en él y varios vecinos han coincidido en "el miedo" que había ante los numerosos incendios registrados ese verano en la zona "con riesgo" para viviendas. De hecho, la fiscal ha pedido que se aplique la agravante por proximidad del fuego a viviendas y que según aseguró, generó una situación "de temor" entre los vecinos que llegaron a realizar vigilancias.

 

Por el contrario, el letrado de la defensa, Adolfo Diz, ha pedido la libre absolución para el encausado y ha rechazado una supuesta "continuidad delictiva" en los incendios, aferrándose a la posible imprudencia, que se castigaría con pena máxima de un año. Para este letrado, no ha quedado acreditada su participación en el resto de incendios, más allá de meras "pruebas circunstanciales" y ha insistido en que "en ningún momento" habló de fechas o incendios concretos.

 

Además, trató de probar que las condiciones no eran las óptimas para que un incendio se propagase y que se evidencia, a su juicio, en las hectáreas ardidas. Antes de iniciarse el juicio, la defensa solicitó que se incorporase a la causa una prueba para tratar de probar que recibió "tratamiento" en el momento de los hechos. Además, varios testigos han afirmado que le vieron apagando incendios.

 

Al concluir el juicio, Diz ha apuntado que "confía" en el veredicto de la sala a la hora de juzgar unos hechos concretos ante el "temor" porque se pueda plantear una sentencia ejemplarizante tras esta oleada de incendios. Mientras, el acusado ha insistido en que el único "error" fue tirar una colilla al lado de la carretera y acusó a los agentes forestales de mentir en su relato, tesis que choca con la manifestada por un agente que aseguró que le vio tirar una colilla en la finca y después prender fuego "con un mechero" cerca de la carretera. Respecto al resto de incendios que se le imputan, se limitó a decir que no tiene "nada que ver" con ellos.

Un agente forestal dice que vio prender un incendio a un acusado que lo niega