La Denominación de Origen Rías Baixas estima recoger unos 36,6 millones de kilos de uva en su cosecha de 2019, un 5,2% menos que en 2018, según refleja el informe de estimación de la vendimia que ha analizado este lunes el pleno de su consejo regulador. Con ese volumen, según los técnicos del organismo, se podrían producir más de 24,5 millones de litros de vino.
Rías Baixas prevé iniciar la vendimia en los primeros días de septiembre, tras comprobar que la cosecha actual presenta un adelanto de unos "diez o doce días" debido a un invierno que ha sido "cálido y seco", una primavera "cálida" y un mes de junio "frío y muy húmedo", que han alterado el crecimiento de los viñedos.
Los técnicos de la denominación, que analizaron casi la mitad de sus más de 4.000 hectáreas de superficie productiva para su informe, explican que este momento el viñedo se encuentra en una situación "heterogénea" motivada por las condiciones meteorológicas adversas en el momento de la floración y purga. La reducción prevista en la cosecha de este año se debe, principalmente, a las condiciones meteorológicas que incidieron en las fenológicas de floración.
Además, factores como el viento y el granizo ocasionaron mermas directas en los racimos y rotura de pámpanos, siendo las zonas más afectadas el Condado del Tea y O Rosal. El informe del órgano de control y certificación resalta que las mermas de producción son más generalizadas en viñedos viejos que jóvenes, que no son reseñables los daños por plagas y enfermedades como la botritis, mildiu y oidio y que los racimos son más pequeños que otros años por el tiempo adverso de los últimos meses.
