viernes. 29.03.2024

La "avispilla" ya afecta a todos los castaños gallegos

La "avispilla" de origen asiático detectada en los castaños gallegos desde 2014 afecta ya al cien por ciento de los árboles de la Comunidad Autónoma por lo que los técnicos ya solicitaron al Gobierno de España la autorización para hacerle frente con la lucha biológica, basada en la "suelta del insecto Torymus", experimentado en Italia con éxito, después de que el país vecino perdiese el 80 por ciento de su producción.

La "avispilla" de origen asiático detectada en los castaños gallegos desde 2014 afecta ya al cien por ciento de los árboles de la Comunidad Autónoma por lo que los técnicos ya solicitaron al Gobierno de España la autorización para hacerle frente con la lucha biológica, basada en la "suelta del insecto Torymus", experimentado en Italia con éxito, después de que el país vecino perdiese el 80 por ciento de su producción.

 

La técnica del Centro de Desenvolvemento Agroforestal de Riós, Nuria Sánchez Limia, abordó parte de los problemas del sector de la castaña gallega en una mesa de debate incluida en el programa del Expoforum Noroesta Biofim 2017, que se celebra en la sala Eisenman de la Cidade da Cultura. Según Sánchez Limia, la producción de castañas de 2018 será la primera afectada globalmente por la "avispilla asiática" porque tras su detección en Galicia en 2014, fue "en la actual campaña cuando se detectó la aparición repentina en todos los árboles de todas las zonas productoras", concretó. Destacó la "suerte" de que la lucha biológica que espera la autorización del Gobierno de España, ya fuese experimentada en Italia, con el insecto llamado "Torymus", que es un parásito del también insecto "Dryocosmus" o "avispilla asiática".

 

Cada ejemplar de avispilla pone entre 250 y 300 huevos, de los que son viables unos 125 "así que tal como están ya los árboles, para el año estarán plagados desde su copa hasta las ramitas que salen de los lados del tronco". Dijo confiar en que la suelta de Torymus consiga reducir las previsibles pérdidas a "sólo" un 20 o 30 por ciento de la próxima cosecha, "pero habrá que acostumbrarse a pérdidas así de por vida pues ambos insectos convivirán y esperemos que su población se equilibre".

 

Recordó que en Galicia hay una variedad del insecto Torymus, que es el que hace las agallas o "carrabouxos" del roble. "Pero no podemos comprobar si es suficiente para combatir a la avispilla, y no sabemos cómo incidirá la suelta del Torymus de fuera en el nuestro y en otros insectos, pero pedimos la suelta porque la situación es preocupante", agregó. Sánchez Limia aludió a otros problemas sufridos por el sector de la castaña en 2017, como la "tinta" que a pesar de ser un hongo que se transmite por el suelo y prolifera en ambientes muy húmedos, "este año que se caracterizó por una sequía enorme, el hongo vivió un repunte y aún no sabemos muy bien los motivos".

 

También se refirió al "chancro" cuyo avance consiguió frenarse con "vacunas de cepas hipovirulentas" y a los fenómenos meteorológicos adversos de hace justamente un año, cuando 4.500 castaños quedaron "destrozados" tras una noche de temporal de nieve y viento en la zona de Riós, Vilariño de Conso, A Gudiña y Castrelo do Val (noroeste de la provincia ourensana).

 

La técnico atribuyó la reducción de un 50 o 60 por ciento de la producción de 2017 a esas circunstancias sumadas a la sequía y a la aparición de las larvas de "elephas", que proliferan cada 2-3 años. Por su parte, el actor y director cinematográfico Rubén Riós, natural del ayuntamiento del mismo nombre, se refirió a la comercialización de la castaña como empresario fundador de "Castañam", junto con su hermano.

 

Se refirió a la importancia de este producto explicando que los regalos de los niños no llegan ni en los cumpleaños ni en Navidad "sino justo después de la cosecha de castañas, porque es la generadora de los ahorros familiares y la que permite pagar los estudios de los hijos", detalló. Para Riós, castaña y vino son los productos más representativos de la economía de las zonas rurales de Galicia pero la castaña es "más agradecida" pues se recoge del suelo, se vende y se cobra inmediatamente, "requiere menos tiempo y dinero que el vino".

 

"Sólo el 12 por ciento de la castaña producida, se procesa en Galicia", agregó el actor-empresario para argumentar el nacimiento de "Castañam" en torno a un producto innovador e inexistente en el mercado: el pan de harina de castaña.

 

Después de introducirlo en restaurantes con estrellas Michelín de Ourense, Vigo y A Coruña, Riós desveló que el nuevo producto está desde hace tres meses, en algunas tiendas del grupo alimentario Coren, "y está a punto de entrar" en una cadena hotelera nacional de 5 estrellas. Para la técnica Nuria Sánchez, es necesario seguir "cambiando mentalidades" para que la castaña esté en las comidas durante todo el año. En respuesta a preguntas del público del foro, explicó que se puede consumir tras congelarla, secarla, conservarla en almíbar "o fresca desde noviembre hasta febrero, como hace una empresa comercializadora de la zona, que mantiene en secreto cómo lo consigue".

 

Ambos se refirieron a la especialización y abogaron por la variedad "longal" al recordar que es una de las mejores de las casi 100 registradas en Galicia y, a pesar de eso, nadie la planta porque su pequeño tamaño la hace menos rentable. Es la más valorada por las comercializadoras pero "actualmente sólo se recoge la que producen castaños centenarios y podría desaparecer", agregó.

 

En la mesa de debate estaba prevista la participación del vicepresidente de la Identificación Xeográfica Protexida Castaña de Galiza, José María Lago, que finalmente no pudo asistir, pero Sánchez Limia aludió a la labor de control ejercida por la entidad para evitar etiquetados fraudulentos, como los detectado en castañas procedentes de China que se vendían como si fuesen gallegas.

 

Las castañas suponen entre 35 y 40 millones de euros en una zona que concentra el 30 por ciento de la producción gallega pero "el impulso para este sector económico pasa por "un cambio de mentalidad" para conseguir parcelas mayores, que permitan la recogida con máquina y con un trabajo concentrado en dos meses al año "como ocurre en Portugal, en la zona de Viñais". En Galicia, por el contrario, un productor puede tener 500 castaños en 15 parcelas, o como destacó Riós, hasta hay parcelas en las que algunos castaños son de un propietario y el suelo de otro.

La "avispilla" ya afecta a todos los castaños gallegos