La Federación Rural Galega (FRUGA) ha exigido hoy la retirada de la sanción de 750 euros a un ganadero de una explotación de la parroquia de A Sionlla, al norte de la ciudad de Santiago, por deposiciones de sus vacas en el camino de la granja a los pastos en una vía agropecuaria.
FRUGA ha expresado su sorpresa por una nueva muestra "de esperpento" del consistorio compostelano, al añadir otro expediente sancionador a la "larga colección" alcanzada durante este mandato municipal, informa la organización en un comunicado. "Esta sanción no solo muestra una visión urbanita, despreciativa y desconocedora de lo que es el Ayuntamiento de Santiago y el conjunto de la Galicia rural, sino que también indica una deformación de las normas y ordenanzas municipales a propósito", ha denunciado la Federación.
La sanción se basa en la aplicación de la Ordenanza de convivencia, residuos y limpieza viaria, donde se hace referencia a los animales de compañía y al entorno urbano. Por ello, a su juicio, no es "de sentido común" aplicarla a ganado vacuno de producción cárnica o de leche en el ámbito rural. Asimismo, ha señalado que la construcción de la vía se realizó durante el proceso de concentración parcelaria con el objetivo de servir a las explotaciones agroganaderas de la zona, por lo que el paso de ganado por la zona es "normal" y no es incompatible con el el paso de vehículos y de personas.
"Esta sanción solo puede ser entendida dentro de la fobia y el menosprecio que el PP profesa hacia el mundo rural", ha añadido FRACUA, quien ha calificado esta medida como un "condimento" más a una visión "urbanita y pailana" de la realidad del ámbito rural gallego que transmite este partido.
En esta línea, ha informado de que esta acción es un "atentado" contra una actividad económica fundamental para mantener "vivo y con futuro" el mundo rural, y que responde a la política del partido popular de "entorpecer y boicotear" los modelos de producción basados en el pastoreo y en los regímenes extensivos, impidiendo, así, su normal funcionamiento. "El objetivo parecer ser el de transformar parroquias con una larga tradición ganadera en pasto de especulación urbanística", ha concluido FRUGA.