El consejo de la Red de Parques Nacionales ha dado su visto bueno al plan rector de uso y gestión de las Islas Cíes, lo que, según destaca la Xunta en un comunicado, supone un paso adelante para conseguir que el Parque Nacional de las Islas Atlánticas sea declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco.
Así lo ha avanzado la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, tras presentar el plan de gestión en la reunión del consejo de parques celebrado en Madrid. Ángeles Vázquez ha destacado que la aprobación de este plan es un "claro reconocimiento" al trabajo desarrollado durante meses por el Gobierno gallego para dotar al Parque Nacional de las Islas Atlánticas de un "completo plan de gestión". Un documento de gestión que, según ha asegurado, es "fruto del consenso y del trabajo coordinado con los diferentes sectores y actores".
En esta hoja de ruta se detallarán los objetivos y los criterios de gestión del parque nacional, estableciendo la normativa de protección, la regulación de aprovechamientos, la zonificación y las actuaciones para los próximos diez años en materia de conservación, uso público, investigación y seguimiento. La conselleira de Medio Ambiente ha destacado que una de las principales novedades es el establecimiento por primera vez de un cupo de visitantes en las Islas Ons. A partir de ahora, la totalidad de islas que componen el Parque Nacional contarán con un límite de acceso, tanto en la temporada alta como en la baja, con el objetivo de garantizar su conservación con el desarrollo de un turismo sostenible.
En Cíes se establece un máximo de 1.800 visitantes diarios, a lo que se suma un máximo de 400 visitantes para grupos y un máximo de 600 campistas; en Ons, por primera vez, será de 1.300 personas al día, 200 para grupo y la zona de acampada estará limitada a 300 diarias; y Sálvora y Cortegada mantienen el cupo actual de grupos autorizados, 250 personas al día. Otra de las novedades son la implantación de una nueva zonificación en el parque nacional, habida cuenta su dimensión vertical y la profundidad de las aguas para mantener las actividades que se venían desarrollando hasta el momento.
El plan rector de uso y gestión estará acompañado por el desarrollo de un plan de actuaciones centradas en la conservación de la biodiversidad y el paisaje, la investigación, el uso público, la conservación del patrimonio cultural o la mejora de la sostenibilidad y la calidad de vida. Un plan de acción que cada año implicará invertir 2,6 millones de euros.
