miércoles. 17.04.2024

Mientras espera una resolución favorable respecto al resultado anómalo que dio en uno de los controles de la última edición de la Vuelta a Portugal, en la que se impuso, el ciclista Álex Marque pedalea física y mentalmente en una etapa de categoría reina que se cruzó en su carrera cuando mejor estaba y en la que la rabia le sirve para seguir sobre la bici.

 

"Si sigo, es por esa rabia que tengo dentro de ver cómo han roto tu carrera y decir: 'Estoy aquí y los resultados los he conseguido como siempre, defendiendo unos valores, que son los del deporte", admite en una entrevista a EFE. La pesadilla comenzó el año pasado, meses después de haberse impuesto en Portugal y haberse ganado con muchas pedaladas un contrato con el equipo Movistar.

 

Era su mejor momento, pero se esfumó tan rápido como avanza el cronómetro en una contrarreloj. "Venía de ganar la vuelta a Portugal, estaba en lo más alto en mi carrera, había fichado por un equipo como Movistar y a día de hoy estoy en paro, no tengo nada. Estoy viviendo lo peor. De haber estado ahí arriba, a estar en una situación en la que tienes que volver a empezar.

 

Es difícil de asimilar, pero con el apoyo de la gente es más llevadero", confiesa. La Unión Ciclista Internacional (UCI) detectó unos resultados anómalos en un control y lo llamó para preguntarle si había consumido corticoides. "Naturalmente le dije que sí, que tenía una prescripción médica por una lesión de rodilla. Acto seguido, se lo comuniqué a Movistar. Desde el principio estaban avisados y hasta me dijeron que no tenía que estar preocupado si tenía la prescripción médica", relata Marque.

 

Pero el equipo, ante las dudas, se acogió a una cláusula de su contrato y lo rescindió unilateralmente en diciembre. "Lo normal habría sido apartar al ciclista hasta que hubiera una resolución. Yo entiendo que los equipos actúen por un motivo de seguridad porque detrás hay sponsors (patrocinadores) de muchos millones de euros y quieren protegerlos, pero no hasta ese punto", discrepa el ciclista, que lamenta que la noticia se tratara "como un positivo cuando a día de hoy no lo hay".

 

Y es que, como él recuerda, "mientras no se demuestre lo contrario, Álex Marque es inocente" y eso es lo que espera que determine la Federación Española, que tiene de plazo hasta el 14 de julio para determinar si está limpio o lo sanciona: "Cuento con que no haya sanción porque la prescripción médica está hecha bajo las normas de la UCI".

 

El proceso es demasiado lento y el cronómetro avanza, la temporada ciclista ya ha empezado y Marque podría competir, porque no está sancionado, incluso tiene una ficha federada para poder participar en carreras, pero está sin equipo. Sin saber qué le depara el futuro, sueña con defender título en el país vecino: "Si las cosas se solucionan antes de la Vuelta a Portugal, intentaré estar allí, pero antes tendría que negociar".

 

Reconoce que "muchas veces" se le "pasó por la cabeza" dejarlo, sabe que, si vuelve a competir, los equipos se van a aprovechar de su situación y no va a firmar un contrato como el de Movistar. "Después de tanto trabajo para llegar hasta donde estaba, claro que te planteas si vale la pena realmente todo este sacrificio. Es una lucha muy complicada. La vida de un profesional es muy dura y mucho más si no tienes una motivación, si te preparas sin un sentido, si te entrenas sin saber cuándo vas a volver", apunta.

 

En la carretera le "salva tener a Gustavo Veloso y a Delio (Fernández)", dos ciclistas profesionales con los que comparte entrenamientos cuando están en Galicia. Es entonces cuando despeja "la cabeza", pero mientras ellos van a competir, Marque se queda en casa: "Son los momentos de mayor bajón". Entre esas cuatro paredes tiene el apoyo de su mujer, "una ficha imprescindible porque es en casa donde se vive cuando uno se viene abajo", y el de los amigos que ha encontrado en las redes sociales y en la carretera, los que quieren verle competir de nuevo.

Álex Marque: "Si sigo, es por esa rabia que tengo dentro"