jueves. 28.03.2024

Las últimas dos jornadas, han llenado de optimismo a toda la parroquia celtiña de cara a conseguir el ansiado objetivo de la permanencia. Sevilla y Real Madrid son dos de los equipos con más nivel de la competición, y conseguir una victoria y un empate ante ellos era de todo improbable.

 

Viendo la plantilla del Celta de Vigo a principio de campaña, todo hacía presagiar que la clasificación para competiciones europeas era el objetivo. Pero una cosa son los deseos y otra la realidad de una competición tan igualada como la Liga Santander.

 

El conjunto gallego no parecía haber encontrado la tecla para desarrollar su juego sobre el césped, sucumbiendo ante rivales de menor entidad sobre el papel que el cuadro gallego.

 

La llegada del entrenador catalán Óscar García al banquillo celtiña supuso un soplo de aire fresco que empieza a dar resultados, como se ha visto en estas dos últimas jornadas. Aunque si importante fueron los partidos ante Madrid y Sevilla, el siguiente turno de la competición traerá una auténtica final a Balaídos por la permanencia.

 

El Leganés llegará al campo celeste jugándose la vida, y con urgencia de conseguir los tres puntos para poder coger algo de oxígeno en la pelea por escapar de la quema.

 

Por su parte, el Celta de Vigo parte como favorito a que la victoria se quede en casa, lo que supondría un espaldarazo de cara a ver con más nitidez conseguir la ansiada permanencia, y continuar un año más en la mejor liga del mundo. Mucha culpa de que esto sea así, la tendrá sin ningún género de dudas Iago Aspas.

 

El genio de Moaña, lleva comandando a su equipo varias temporadas, siendo el faro que guía en las noches oscuras a una escuadra, que en ocasiones parecía tener una entidad menor.

 

Si al delantero le sumamos, el estado de forma actual de Rafinha, hace que las opciones de permanencia aumenten exponencialmente. Esta próxima jornada ante el Leganés, se antoja como vital para ambas escuadras, y no solo eso.

 

Muchos otros equipos tendrán la mirada puesta en la próxima matinal del sábado en el Estadio de Balaídos. La permanencia de dilucidará al final de campaña por muy pocos puntos, por lo que partidos ante rivales directos se antojan como vitales a la hora de la consecución el objetivo lo antes posible. Bajar de categoría es un drama para cualquier escuadra, y el Celta de Vigo no puede permitirse un torpedo de este calado en la flotación de su navío.

 

Ascender es cada vez más complicado, por lo que es vital seguir cosechando buenos resultados como en las dos últimas jornadas para contemplar la Liga SmartBank desde la distancia. La permanencia pasa por Balaídos y por poder conseguir tres puntos ante un rival directo como el Leganés el próximo sábado a las 13:00 del mediodía.

El Celta de Vigo encuentra el camino hacia la salvación