viernes. 29.03.2024

¿Recuperarán los futbolistas los aplausos que ahora se llevan los sanitarios?, se pregunta el sociólogo Ramón Llopis-Goig en una entrevista con EFE sobre el futuro del fútbol cuando se vuelva a la normalidad tras la pandemia actual.

 

"Ahora el reconocimiento ha cambiado. En vez de acudir a un estadio para aplaudir, basta con salir al balcón. ¿Cuando acabe la crisis del coronavirus el fútbol volverá a tener la importancia que tenía antes?", también se pregunta Llopis-Goig.

 

"Debemos reflexionar sobre las prioridades. Pensábamos que no se podía vivir sin fútbol, pero nos hemos adaptado. En vez de mirar la clasificación de la Liga para suspirar por las aspiraciones de nuestro equipo, vemos las estadísticas del coronavirus con la esperanza de que baje el número de víctimas", explicó.

 

Llopis-Goig, profesor de la Universitat de València, ha desarrollado tanto en España como en Inglaterra e Italia proyectos sobre sociología del deporte con trabajos de campo, investigaciones y encuestas, modelos que se deberán aplicar tras la crisis para comprobar en qué ha cambiado la sociedad, si es que lo ha hecho.

 

Hace algún tiempo, en uno de sus estudios, ya definió al fútbol en España como "el ocio de todos los ocios" y ahora hace suya la frase de Jorge Valdano de que ha sido lo más importante de entre las cuestiones menos importantes.

 

"Se está produciendo un cambio de valores. En este momento los héroes de nuestra sociedad son otros y parece que los deportistas del máximo nivel se han dado cuenta de ello. Han comprobado que hay cosas más relevantes que el dinero, la fama o el cariño de sus seguidores", señaló.

 

Puso como ejemplo las aportaciones económicas que deportistas con altos ingresos realizan y las iniciativas para colaborar en la resolución de la situación adoptadas por muchos de ellos.

 

"Es posible que baje el listón económico general del fútbol, que los grandes jugadores pasen a cobrar menos y que se reduzcan distancias salariales con estrellas de otros deportes, pero no se puede olvidar que el fútbol tiene urgencias económicas y que hará todo lo que pueda por volver pronto a la situación anterior", dijo.

 

Llopis-Goig insistió en que como sociólogo no puede aventurar el futuro, ya que su trabajo pasa por analizar datos y observar conductas, pero confía en que el fútbol de alto nivel cobre una dimensión diferente tras la pandemia.

 

Pese a ello, también indicó que no sabe cuánto tiempo podría durar, si se diera, un modelo diferente y más ajustado a lo que debe ser el deporte de élite en la sociedad "porque a la gente con el tiempo, se le olvidan las cosas".

 

Para el especialista, es importante diferenciar el deporte profesional que la población consume del deporte de práctica cuya actividad se ha visto reducida sustancialmente por el confinamiento. "La gente hace lo que puede en casa, pero no es lo mismo.

 

Cuando acabe la crisis, la sociedad volverá a tope a la práctica del deporte mucho más allá de tratar de mantener el tono que es lo más que se puede hacer ahora", prosiguió. Más allá de que el fútbol pierda, mantenga o incremente su papel como parte sustancial del ocio, lo importante para Llopis-Goig será poder adaptarlo a unos valores nuevos.

 

"Más que los individuos, debe cambiar la lucidez de la sociedad para analizar lo que ha pasado y en ese campo tienen mucho que decir los políticos, los poderes públicos, los medios de comunicación o las entidades solidarias. "Esto nos obliga a parar y a pensar.

 

El fútbol satisface una serie de emociones y aunque de momento vivimos sin él, las emociones no han desaparecido. Se mantienen, aunque las satisfacemos de otra forma", concluyó.

¿Recuperarán los futbolistas los aplausos que ahora se llevan los sanitarios?