viernes. 29.03.2024

Pulpo cocido al vapor y envasado al vacío, listo para calentar en el microondas, aliñar y degustar. Es el menú de una empresa de O Carballiño, municipio que dedica al cefalópodo una de las romerías gastronómicas más multitudinarias de Galicia. Comer sano, rico y producto de calidad sin invertir demasiado tiempo en la cocina es el sueño de muchos comensales.

 

Algo así pensaron en Frigoríficos Arcos, empresa de esta localidad ourensana que desde principios de año comercializa el original 'A Pulpeira'. Abrir, calentar, aderezar al gusto y ración preparada para degustar. De una familia con cuatro generaciones de pulpeiros surgió esta idea. "Conocíamos el sistema de cocción con marmitas" pero se pensó en algo que fuese más allá, explica a Efe el empresario Daniel Atanes. En esta búsqueda de dar "un paso más" se encontraron con la tecnología italiana que utilizan hoy para elaborar su exclusivo pulpo al vapor. "Nos decían que esta técnica se podía aplicar al pulpo, aunque nadie lo había hecho, así que nos decidimos", apunta Atanes.

 

De este modo, se lanzaron a una inversión para toda una nueva instalación que superó el millón de euros y para la que contaron con una subvención de la Consellería del ramo y de la Unión Europea. Comenzaron entonces dos años de investigación hasta encontrar ese punto de la receta actual que vende bajo la marca 'A Pulpeira', un producto cuyo éxito viene marcado por la materia prima, puesto que "siempre utilizamos pulpo de primera calidad".

 

Habitualmente en esta compañía trabajan con piezas de entre dos kilos y dos kilos y medio. "Se descongela, y se lava", ese es el punto de partida, dice irónico Atanes. Una vez que el cefalópodo está completamente limpio, se cortan sus tentáculos, se envasa al vacío y pasa a la máquina de cocción, donde se controlan variables como la temperatura, el tiempo o la presión. Es aquí donde la tecnología juega un papel fundamental. "Puedes controlar completamente la cocción, la temperatura durante todo el proceso", cuenta Atanes, y esto ofrece una gran precisión, pero también requiere de "muchas pruebas hasta encontrar el punto de cocción para alcanzar la dureza óptima".

 

Tras aproximadamente media hora, aunque el proceso de cocción puede variar, la ración de pulpo está lista para su consumo. "Se cuece en su propio jugo, conservando mejor su propiedades, nutrientes y su sabor", destaca el productor, además de asegurar que "se conserva mucho mejor, ya que al utilizar una materia prima de muy buena calidad puede aguantar hasta 4 ó 5 meses". Sin aditivos ni conservantes, "tan solo pulpo", este es otro de los secretos que confiesan. Una vez que llega al consumidor, tan solo es necesario calentarlo, "incluso en el microondas, en su propio envase, a temperatura media durante aproximadamente dos minutos". Y de ahí, a la mesa.

 

Una vez en ella, acompañado quizás con un buen Ribeiro, llega la pregunta: ¿Y el sabor? Difícil de diferenciar de cualquier ración de pulpo comprada a pie de caldera en una feria. "Mi padre fue pulpeiro e incluso dice que ahora le gusta más este", pone Atanes como ejemplo. Además de tratarse de un producto que convence al paladar también entra por los ojos. Aparte de la presentación, en bolsas de algo más de 200 gramos, 'A Pulpeira' trabaja para ofrecer un envase "también al vacío que incluya el tradicional plato".

 

Siguen las investigaciones para incluir, asimismo, patata cocida en la misma ración. Pero, como en todo, toca mirar el precio. El pulpo se trata de "un producto que ya en subasta es caro", pero este precocinado listo para comer alcanza unos "18 euros por kilo". Ahora llega el momento de abrirse mercado. "Nuestra intención de futuro es enviar nuestro producto fuera de Galicia, ya que aquí es más fácil encontrar pulpo en cualquier momento y lugar"; sin embargo, eso no excluye que 'A Pulpeira' aspire a alcanzar un buen resultado de ventas en Galicia.

 

Según desvela Atanes, por el momento cuentan con clientes en Cataluña y Madrid, entre otras comunidades; alguna cadena de supermercados ha comenzado a interesarse, e incluso a nivel internacional mantienen conversaciones con empresarios de México. La calidad cada vez está menos reñida con los platos listos para calentar y comer. Según la filosofía de Frigoríficos Arcos, con una buena materia prima, en este caso un buen pulpo, y un trabajo meticuloso es posible alcanzar una calidad como de recién hecho.

 

"Pulperos del siglo XXI de la mano de la tradición", como así se definen, esta empresa familiar hace suya la máxima de conjugar tradición e innovación en esta ocasión aplicada a la gastronomía, pero para comprobar más allá de las palabras que el sabor está a la altura solo quedará que cada uno pruebe una ración de 'A Pulpeira'.

Pulpo del siglo XXI: envasado, cocido al vapor y listo para comer