sábado. 20.04.2024

Las organizaciones agrarias gallegas se han manifestado divididas ante la firma del acuerdo sobre el sector lácteo hoy en Madrid, que no fue suscrito por UPA (Unións Agrarias) y COAG (Sindicato Labrego Galego).

 

El secretario general de Unions Agrarias (UUAA), Roberto García, ha señalado a Efe que "lo que se confirma es que lo importante era lograr la foto, más que buscar un punto de acuerdo donde estuviéramos todos". En su opinión, "ahora será el tiempo el que determine si nuestras alertas eran fundadas o no", ya que, en el acuerdo, "está toda la distribución, está toda la industria y, por lo tanto, están los factores imprescindibles para que el acuerdo se ponga en marcha". Para García, en caso contrario, "se habrá demostrado que eran buenas intenciones, pero que faltaban las herramientas básicas, definición de sostenibilidad y las sanciones para que se cumpla".

 

Tras explicar que esta misma tarde se pondrán a trabajar en la elaboración del contrato-tipo y en el borrador del Real Decreto, informó que el día 4, como ULEGA, citarán a las industrias "a sentarse a la mesa a negociar los nuevos contratos y esa va a ser la prueba del algodón", enfatizó. Por su parte, el presidente de Asaja-Galicia, que sí firmó, Francisco Bello, dijo a Efe que se trata de "un acuerdo muy positivo para el sector lácteo, porque marca un antes y un después en las relaciones entre los tres eslabones principales de la cadena de valor de la leche". Bello consideró que el documento firmado hoy en Madrid "va a dar estabilidad y sostenibilidad al sector lácteo, ya que va a suministrar más valor a la cadena y repartir mucho más equitativamente el valor que se obtenga".

 

También resaltó que dará "transparencia" a las relaciones entre los tres actores e insistió en que se trata de "un acuerdo histórico". Sobre su cumplimiento, afirmó que van a estar "muy vigilantes" y, además, las garantías del propio Ministerio "son muy importantes", por lo que auguró una "recuperación de precios en breve tiempo". Por ello, concluyó que no entiende la postura de las organizaciones que no firmaron. "Lo que no entiendo -dijo- es que se diga que no se va a cumplir un acuerdo y, por eso, ya no se firma", y abogó por estar "vigilantes" desde dentro del acuerdo.

 

El Sindicato Labrego Galego, en un comunicado, subraya que el documento adolece del apoyo de "la mayor parte de los ganaderos del estado que representan COAG y UPA". En opinión del SLG, "el documento firmado hoy no solo no mejora la propuesta inicial del 18 de agosto, sino que la empeora al hacer concesiones a las industrias y distribuidoras", de lo que pone como ejemplo "que desaparezcan las alusiones iniciales a precios que cubran los costes de producción y se sustituye por alto tan vago como que los pagos de las industrias 'contribuyan a la sostenibilidad de las explotaciones'".

 

Critica también que no aparezca "por ningún lado que esté garantizada la recogida de toda la leche producida". "Se trata de un documento que no concreta nada -reitera- y que sigue confiando su validez a la buena voluntad de las industrias y de las distribuidoras, esa misma buena voluntad en la que se basa la Ley de la Cadena Alimentaria, que se suponía que amparaba tantos miles de granjas que hoy están al borde de la ruina".

 

También la Federación Rural Galega (FRUGA) se manifestó contra este acuerdo, que no es "el cambio drástico" que necesita el sector y se basa en "buenas voluntades" que no se cumplieron con anterioridad. En conferencia de prensa, el portavoz de Fruga, Elías Somoza subrayó que el acuerdo firmado "no garantiza un precio que permita a los ganaderos cubrir los costes de producción".

El sector lácteo gallego, dividido ante el acuerdo de Madrid