El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha criticado este martes la inacción del Banco de España ante su requerimiento de que actuase en Novacaixagalicia y ha destacado que no pudo actuar desde su ámbito competencial contra los aumentos salariales de los exdirectivos por ser una caja "intervenida". Si bien ha eludido opinar sobre el ingreso en prisión de esos cinco exdirectivos, decisión confirmada ayer por la Audiencia Nacional, Feijóo ha vuelto a criticar la inacción del Banco de España al respecto.
"Lo único que puedo decir es que no puedo entrar en ese fallo, ni en la interpretación ni en las consecuencias, que fueron dramáticas", ha manifestado tras la Conferencia de Presidentes a la que ha asistido en Madrid. En la rueda de prensa posterior, Feijóo ha aprovechado esta primera comparecencia pública desde la decisión de la Audiencia de enviar a prisión a los exdirectivos bancarios, que confirma una anterior de finales de 2015, para declarar lo mismo que tras la sentencia inicial de aquellas fechas.
Y esto es que él mismo pidió al gobernador del Banco de España que anulara esos aumentos de las retribuciones. Aunque le envió una carta firmada de su "puño y letra", el Banco de España nunca le respondió, ha añadido. Cuando redactó esa carta, la caja estaba ya intervenida y la comunidad autónoma ya no podía hacer nada. "Todas las tutelas -de la Xunta- quedaron suspendidas", ha asegurado. No obstante, según sus palabras, públicamente reprobó las decisiones de esos directivos aunque "políticos en Galicia defendieron ese asunto", ha dicho sin abundar en a quién o a quiénes se ha referido.
También ha recordado que esos directivos que irán a prisión los eligió el Banco de España. Sobre el proceso de fusión de cajas, generalizado por los efectos de la crisis en España, el presidente de la Xunta de Galicia ha manifestado que se hizo entonces lo que se tenía que hacer con la finalidad de "asegurar los depósitos de los clientes".
A diferencia de otras entidades, a las que se rescató y a cuyos compradores se les ofreció un programa de protección de activos, las cajas gallegas no dispusieron de ese mismo mecanismo. El grupo por el que se fusionaron las cajas gallegas necesitó 9.000 millones de euros en ayudas públicas.
