viernes. 19.04.2024

Las corredurías de seguros no son exactamente lo mismo que las compañías aseguradoras, tal y como pueden pensar algunas personas que no conozcan del todo bien el sector. Las primeras son instituciones que trabajan como mediadores, es decir, son intermediarios expertos que median entre una firma de seguros y sus clientes. Por lo tanto, el corredor de seguros no trabaja para una sola empresa, sino que se encarga de buscar la más adecuada a los requerimientos y necesidades de un usuario en particular.

 

El corredor es la persona encargada de llevar todas las gestiones del cliente relacionadas con su contrato como asegurado. Un ejemplo de la correduría de seguros PontGrup, que cuenta con un comparador que reúne las mejores garantías de seguros de todo tipo: coche, moto, hogar, salud u otros.

 

La idea de contratar un corredor de seguros es bastante recomendable, ya que ahorra muchos trámites al usuario, desde el momento mismo de la contratación de una póliza hasta los posibles casos en los que se produzca una eventualidad como siniestros, negociaciones u otras. También, si el cliente está descontento con la compañía aseguradora, el corredor se encargará de llevar a cabo las gestiones pertinentes de queja o cancelación del seguro. Además, buscará una nueva compañía que siga adaptándose a las características de lo buscado por el asegurado.

 

Otro error que cometen las personas que no están correctamente informadas es pensar que el hecho de contratar un seguro con una correduría es más caro que hacerlo de manera directa con la compañía en cuestión. Nada más lejos de la realidad, puesto que la correduría se lleva una comisión que normalmente se llevaría la empresa aseguradora, por tanto, se paga lo mismo. Por un coste similar o igual, por una parte, el cliente se beneficia de la ventaja de contar con un asesor experto que le representa ante la aseguradora en todos los trámites. Por otra parte, la compañía también puede resultar favorecida, ya que queda liberada de algunas de sus funciones.

 

En el caso de que tengamos un siniestro y nos corresponda una cuantía que nos tengan que pagar, no es la correduría la que debe asumir ese gasto, sino la compañía aseguradora. El corredor se encarga de defender las pretensiones del cliente frente a ésta. La relación entre estos dos debe ser como la que puede existir entre un abogado y su cliente, es decir, éste último debe ser totalmente honesto para que su defensa pueda ser la mejor posible y la más afín a sus intereses.

 

En el caso de PontGrup, que cuenta en su haber con 27 años de experiencia en el sector, una vez comparados los diferentes precios de productos, la compañía te ayuda a decidir, asesorándote en caso de dudas. Para ello dispone de varias formas de contactos que se adaptan a las necesidades de sus clientes: llamada telefónica gratuita, solicitud de recibimiento de llamada por su parte, servicio de chat online disponible a la hora de realizar cualquier trámite o proceso y, por último, punto de venta autorizado, dispuesto de una amplia red de profesionales.

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