jueves. 28.03.2024

La Guardia Civil ha detenido o investigado a doce ganaderos que comercializaban ilegalmente con ganado vacuno mediante el uso del "DNI animal" de terneros españoles que morían tempranamente y que empleaban en otros de origen desconocido, simulando así que habían sido criados en explotaciones ganaderas.

 

Según ha informado el instituto armado, la organización facturó 2 millones de euros en las transacciones impidiendo conocer el origen real de las reses destinadas a sacrificio, por las que solo pagaba el valor del animal, ahorrándose costes veterinarios y de mantenimiento y acogiéndose a subvenciones de manera fraudulenta. Esta actividad se comprobó hasta en 200 casos. No obstante, todas las reses que iban a la cadena de consumo humano pasaban los controles sanitarios obligatorios en los mataderos donde eran sacrificados.

 

Así, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil ha detenido a doce ganaderos por los delitos de estafa, contrabando, falsedad documental y organización criminal, que actuaban en las comunidades autónomas de Asturias, Cantabria, Andalucía, Castilla y León, Aragón, Galicia y Extremadura. Su 'modus operandi' consistía en retirar el crotal (documento identificativo) legalmente asignado a un ternero que fallecía tempranamente y, en lugar de notificar esta circunstancia, se guardaba el identificador hasta que, llegada la edad de sacrificio, se le colocaba a otro comprado en el exterior a menor precio.

 

Asimismo, estas reses podían proceder de explotaciones fuera del territorio nacional, por lo que no se aseguraba el cumplimiento de las garantías sanitarias. Por los terneros fallecidos, que simulaban que habían sido criados en las explotaciones ganaderas, obtenían también beneficios relativos a subvenciones en función del número de cabezas de una explotación, condiciones de la cría, especificidad de una raza concreta...

 

Por otro lado, para poder llevar a cabo esas alteraciones en el uso de los crotales, alguno de los investigados también había creado explotaciones virtuales en las que hacía creer que acumulaba cientos de cabezas de ganado en espacios que, físicamente, no podían acoger ni una ínfima parte de lo que declaraban. No obstante, en la base informática iban acumulando animales y los trasladaban a su conveniencia para evitar ser controlados. Los agentes llegaron a investigar el movimiento virtual de 100.000 cabezas de ganado constatando que no siempre llegaba a producirse ese movimiento.

 

La investigación comenzó por parte de los equipos ROCA de la Comandancia de Gijón al registrar el maletero de un vehículo en el que el conductor llevaba varios crotales que, aunque parecían nuevos, presentaban muescas que hacían suponer que habían sido utilizados previamente. Estos documentos de identidad, con número y clave únicos, acompañan al animal desde su nacimiento hasta su muerte, incluyen los registros correspondientes y permiten conocer las circunstancias de cría y salud del animal a lo largo de su vida y garantizar la trazabilidad.

Doce ganaderos detenidos o investigados por comercio ilegal de vacuno