El conselleiro de Economía, Empleo e Industria, Francisco Conde, expresó hoy su intención de pedir mañana, miércoles, al Gobierno central medidas "urgentes y estructurales" para "abaratar" el precio de la energía en España, con el fin de favorecer a las industrias y evitar que la multinacional del aluminio Alcoa cierre fábricas. Tras una reunión con representantes de industrias afincadas en Galicia de elevado consumo energético, entre ellas de Alcoa, Conde indicó a un grupo de periodistas que prevé establecer un grupo de trabajo público-privado para "identificar medidas para abaratar el coste eléctrico" y "garantizar la competitividad de la industria electrointensiva".
Fuentes de la Xunta precisaron que a la reunión acudieron también representantes de las empresas Celsa, Ence Ferroatlántica, Finsa, Intasa, Megasa, Showa y Benko. Conde señaló que mañana espera plantear a representantes del Gobierno central, que es "quien debe dar soluciones", establecer "mecanismos de compensación" que sean "homologables" a las directivas de la Unión Europea, y que aseguró que ya aplican otros países europeos "En este momento las industrias -gallegas- compiten en los mercados internacionales con países que tienen un coste eléctrico más bajo", observó.
El representante de la Xunta criticó que el Gobierno central haya generado "incertidumbre" con las ofertas presentadas a la subasta sobre interrumpibilidad energética, de la que se benefician las industrias grandes consumidoras de energía. "El Gobierno oferta dos bloques menos de 40 megavatios e incrementa los bloques de 5 megavatios", lo que ha sembrado malestar entre las industrias que optaban a esos primeros bloques, comentó Conde. En ese sentido, reclamó que la nueva subasta "responda a las necesidades" de las industrias y que "el Gobierno sea capaz de tomar la iniciativa para generar un marco estable" de los precios de la energía, susceptible de facilitar que Alcoa no cierre sus plantas de A Coruña y Avilés.
Alcoa ha justificado su cierre en el hecho de que al final de este año prevé que ambas fábricas tengan pérdidas de unos 75 millones de euros, casi el triple que en 2017, lo que supondrá el despido de sus 686 empleados. Preguntado por si comparte la iniciativa del Gobierno central que plantea cerrar algunas de las centrales térmicas más contaminantes, entre ellas las de Meirama y de As Pontes, para cumplir con los compromisos sobre prevención contra el cambio climático, Conde expresó su discrepancia.
"España no puede liderar una transición energética a nivel europea asumiendo íntegramente los costes de esa homologación", comentó, y abogó por configurar un "mix energético" que preserve las "centrales más eficientes como Meirama y As Pontes". Un informe elaborado por iniciativa del anterior Gobierno central sobre el proceso de transición energética para cumplir los compromisos para reducir el cambio climático aconsejó cerrar térmicas para lograr la "descarbonización" de la economía o bien las nucleares, atendiendo a la excesiva capacidad de generación de electricidad en España.
