El agente de la Guardia Civil que disparó al músico Javier Fernández, exbatería de Los Piratas, que falleció como consecuencia de estos hechos, ha llegado al Juzgado de Instrucción número 2 de Ponteareas, para declarar como imputado. El funcionario llegó diez minutos antes de la citación, prevista para las 09:30 horas, acompañado por media docena de compañeros del cuerpo, de paisano, para comparecer ante el juez como presunto autor de un delito de homicidio imprudente. Ni su abogado ni el funcionario han hecho declaraciones a los informadores, mientras que el abogado de la familia, Gerardo Gayoso, ha señalado, por su parte, que espera que la declaración del agente arroje luz sobre los hechos.
En concreto, el letrado aguarda que el funcionario policial explique "si vio realmente que era una situación de necesidad para utilizar su arma reglamentaria y producir la muerte" del músico fallecido. Tras apuntar que el juez ha admitido "cuatro o cinco!" de las 15 diligencias que solicitó el fiscal, comentó que, sobre la retirada de la medicación que la víctima tomaba por un trastorno bipolar, "no hay nada" en las diligencias de instrucción. También señaló que la propia viuda no sabe si el psiquiatra que trataba a Fernández se la había retirado o solo reducido la dosis.
Según la versión oficial, una pareja de la Guardia Civil acudió al domicilio de Fernández alertada por una denuncia sobre violencia machista. Una vez allí, el hombre hirió a un agente con un cuchillo, y ante un segundo intento de agresión, su compañero le disparó e hirió en el abdomen, lo que le produjo la muerte. El guardia herido en la cara declaró la semana pasada en el juzgado que había sido atacado por el músico con un tenedor y cubiertos, según la versión del abogado de la familia, que estuvo presente en el interrogatorio.
