viernes. 29.03.2024

Si quieres trabajar por tu cuenta en algo que te apasiona o ves que hay alguna empresa que crees que funciona muy bien y le ves futuro, instalada en tu localidad, sin duda montar una franquicia puede ser una gran idea.

 

Básicamente, montar una franquicia es abrir un negocio por tu cuenta con el respaldo de una marca ya creada y un modelo de negocio probado.

 

Aunque se trata de un negocio que sabemos que está funcionando, un punto a favor es conocer un poco el sector al que nos enfrentamos.

 

Montar una franquicia tiene numerosos beneficios: Lo primero es que debes tener en mente es que abrir una franquicia te permitirá tener tu propio negocio y trabajar en lo que más te gusta, pues eres tú el que decide qué tipo de empresa va abrir.

 

Reduce el riego y aporta seguridad, ya que el modelo de negocio ya está probado. Nos podemos saltar el proceso de “crear la marca”, que sin duda es uno de los más costosos del negocio, directamente nos aprovechamos del prestigio de una marca que ya está consolidada y es reconocida por los clientes.

 

Al pertenecer a una red de franquicias, algunos costes se reducen ya que a mayor cantidad, el coste operativo se abarata. Normalmente es la empresa matriz la que hace los pedidos por todos los establecimientos del grupo. Al pedir mayores cantidades, el precio unitario se reduce. Además, en términos de negociación, puede hacer más fuerza para conseguir negociar unas mejores condiciones económicas.

 

Una franquicia suele dar soporte a sus franquiciados para garantizar el correcto funcionamiento de la misma por lo que si necesitamos soporte o asistencia, estaremos cubiertos.

 

Tendremos que pagar menor inversión en publicidad ya que nos beneficiaremos de las campañas promocionales que hagan desde la central.

 

El primer interesado en que el negocio funcione es el propio franquiciador por lo que pondrá todo de su mano para que el franquiciado reciba una formación inicial que le permita llevar el día a día del negocio. Sin duda se trata de una formación de alto valor, ya que se recoge la experiencia acumulada de toda la actividad al largo de mucho tiempo.

 

Normalmente el franquiciado tiene exclusividad en su zona por lo que no hay que preocuparse tanto de la competencia de la misma marca en un ratio de territorio determinado.

 

Además, uno de los aspectos que más preocupan a los emprendedores es elegir el lugar en el que montar el negocio, pues se puede acertar o por el contrario el emplazamiento puede resultar nefasto. Al montar una franquicia te asesoran para buscar el mejor emplazamiento de nuestro futuro negocio.

 

Por el contrario, algunos de los inconvenientes de montar un negocio propio en lugar de una franquicia pueden ser que, no tendrás apoyo de nadie, excepto de tus amigos o familiares.

 

Tampoco tendrás formación a menos que las busques y no será personalizada, empezarás todo prácticamente desde cero. En cuanto a las compras al por mayor, no podrás beneficiarte de descuentos suculentos que las franquicias si obtienen.

 

Finalmente, si ya lo tienes claro y has decidido montar una franquicia, algo muy importante es ponerse en manos de un profesional para elegir la más opción más adecuada.

Ventajas de montar una franquicia