El director asociado del Departamento de Asuntos Monetarios de la Reserva Federal estadounidense, David López-Salido, ha considerado hoy que en el mercado laboral europeo hay mucha gente "ociosa", con ganas de participar, pero en el paro, que "no genera valor añadido", lo que perjudica la economía.
La Fundación Barrié continúa el ciclo de conferencias iniciado en octubre "Galicia en la encrucijada", organizado por la entidad anfitriona y por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD). López-Salido ha impartido la ponencia "La demografía y el futuro del crecimiento económico", en la que ha relacionado los flujos de capital con la demografía.
Los datos vinculados a la población y a su envejecimiento sirven para analizar "la corriente de fondo que sustentará las economías", además de para desarrollar las implicaciones para la evolución de los tipos de interés. Ha relatado que "para el crecimiento de las economías, las caídas en las tasas de fertilidad, sobre todo finales de los 60 y principios los 70, con una caída de productividad, de producción y de oferta de trabajo disponible" ha supuesto una menor capacidad de crecimiento y una "desaceleración de la oferta de trabajo potencial de la economía".
Culpa, en concreto, a la falta de reemplazo de los "baby boomers" de las consecuencias actuales, pues "generaron familias más pequeñas que las que tenían sus padres" y ahora, que dejan el mercado laboral para jubilarse, generan la situación vigente de desaceleración, aunque anticipa que debido a su ahorro, no está previsto que el tipo de interés a medio plazo "suba mucho".
Sitúa como ejemplo de los problemas de tener una población "tremendamente envejecida" a Japón, con "una producción y un tipo de interés hundidos", aunque reconoce que "levantar este factor demográfico para el futuro es muy complicado". "Por cada persona mayor de 65 años tenemos muchos menos jóvenes. Es el problema poblacional al que se enfrentan las economías", ha detallado.
A diferencia de lo que ocurre en Europa, en Estados Unidos la gente trabaja con más de setenta años, con unas tasas de empleo de un diez o un veinte por ciento, mientras que en el viejo continente "la gente cada vez se retira antes" y "tiene una tendencia a tener menos empleo con la misma edad". "Para todo esto no hay soluciones parciales.
Es un problema que tiene muchísimas aristas, muchísimas perspectivas. Es algo que no se puede cambiar a corto plazo. Debemos utilizarlo como una restricción, utilizarlo para hacer políticas dirigidas a varias cosas", ha añadido.
Entre sus ideas está el fomento de la natalidad y que se sostengan, "a través de la conciliación, unidades familiares en las que participa el hombre y la mujer", aunque esto tardará "veinte años o más" en dar frutos. También es necesario trabajar en el "grado de educación y formación" que reciben "las personas a punto de incorporarse al mercado laboral o las ya incorporadas".
"Tenemos que ver qué podemos hacer para que la gente que participe (en el mercado laboral) se quede y genere valor añadido. Hay que evitar que la gente salga y no vuelva a entrar", ha detallado sobre lo que ocurre ahora. Nota que en España, como en el resto de Europa, a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, "las tasas de participación son altas", lo que "es bueno", aunque "las tasas de empleo son muy bajas". "La gente participa y no encuentra trabajo.
Es gente que está ociosa y que no genera valor añadido", ha censurado sobre la situación actual. En todo caso, aclara que "no hay una varita mágica" como podría ser una subida repentina de sueldos, que luego no podría mantenerse, sino que es necesario analizar "qué tipo de empresas generan valor añadido para mantener productividades altas, con salarios altos".
Sugiere trabajo en el "diseño de la educación" y evaluar cómo favorecer "la capacitación" y "hacer que se puedan encontrar necesidades de las empresas" además de "utilizar de la mejor manera posible los recursos", además de examinar "cuáles son los incentivos fiscales para que la gente participe más".
Constata, además, un "problema de distribución" cuando las compañías optan por "rotar a gente joven con salarios bajos" y eligen "deshacerse de personas con mucho tiempo en la empresa". "Es un problema extremadamente complicado", concluye.
