jueves. 18.04.2024

Luz Casal está pletórica a sus 59 años. Tras casi un lustro de inactividad discográfica, a la publicación el pasado año de su exhaustivo homenaje a Dalida le sigue ahora "Que corra el aire", disco en el que, sin perder toque y sensibilidad, recupera el brío roquero de sus orígenes y exhorta al "carpe diem".

 

"Hace años, básicamente a partir de 2007 (cuando por primera vez le diagnosticaron un cáncer de mama), aprendí que el hoy es lo importante. Tener referencias del pasado está bien para no perderte, igual que tener una proyección más o menos larga de tu futuro, pero me resulta incomprensible la cantidad de tiempo que se pierde en cosas que no salen adelante", señala en una charla con Efe.

 

La explicación viene a cuenta de "Días prestados", uno de los cortes de "Que corra el aire" (Warner Music), que se publica hoy y constituye el primer material inédito desde "Almas gemelas" (2013) para María Luz Casal (Boimorto/A Coruña, 1958). "Este es el mejor disco que he hecho en mi vida, a nivel de melodía, de letra, de sonoridad, de cohesión entre las canciones...

 

A medida que lo grabábamos me daba cuenta de que, pese a las diferencias que pudiera haber entre una morna y el homenaje a Mari Trini, el disco fluye con naturalidad", presume. Gran parte del mérito lo tiene la elección del productor, Ricky Falkner. "Fue un flash, ni siquiera sabía mucho de lo que había hecho hasta que empecé a trabajar con él", reconoce sobre este habitual de la escena "indie", miembro de Egon Soda y responsable de discos de Love of Lesbian o Iván Ferreiro, entre otros muchos.

 

De su mano, cortes románticos como el bolero "Quise olvidarte" viraron hacia el sarcasmo y las cuerdas cobraron una relevancia especial gracias al fichaje de músicos de la talla de Jairo Zavala (Depedro, Calexico) o El Twanguero. La grabación se hizo en directo ("así lo pedían los temas", constata) y por allí asomaron referencias a "Fleetwood Mac, Roy Orbison o la forma de tocar la guitarra de Jack White". Todo fue tan bien, añade, que incluso les sobraron días.

 

Pero no todo es fulgor roquero. Como en cada disco de Luz Casal, la variedad es la norma. La tranquilidad la pone "Meu pai", nuevo "homenaje" a su padre tras "Entre mis recuerdos", que presentó hace años después de su muerte, "limada ahora por el tiempo la aspereza del dolor".

 

"Cada vez me da más pudor expresar mis sentimientos a lo crudo, veo más interesante ser sutil. Me parece impúdico contar cómo vives o sufres muchas cosas", afirma, máxima que sirve para explicar por qué no ha escrito más canciones sobre el cáncer, el cual afortunadamente es cosa del pasado, aunque en este álbum no deje de abordar otras historias "muy fuertes", como la de "Lucas". Hacia el final del álbum se cuela su primera incursión en el género musical por antonomasia de Cabo Verde.

 

"Tengo un punto de insatisfacción constante, porque a la que estoy trabajando en una canción y avanzo un poco, me quiero ir a la otra esquina. En una de esas me senté al piano y me dije: 'Voy a componer una morna'.

 

El resultado no estaba mal y me animé a terminarla", cuenta. Justo después, "Que corra el aire" lo remata "Amores", el tributo a Mari Trini que interpretó en un concierto después del fallecimiento de esta "gran autora y cantante", a la que en su opinión no se le han rendido suficiente pleitesía. De mujeres en la industria musical ha hablado recientemente en una entrevista con la revista Shangay, en la que reconoció haberse quitado varias veces en su vida "manotazos y golpes en los genitales".

 

"Llevamos años en los que cada vez salen más mujeres, cada vez con una formación más sólida, como Morgan o Silvia Pérez-Cruz, pero el número de hombres es infinitamente mayor y yo siempre he estado rodeada de ellos. Si hubiese sido tío, sé que no habrían tenido el valor de decirme según qué cosas. Aún así, he sabido defenderme muy bien y nunca ha llegado la sangre al río", apostilla.

 

El próximo 16 de marzo inicia en Avilés (Asturias) los conciertos de este año, que la llevarán a ciudades como Vigo (17 de marzo) o A Coruña (24 de marzo), sin olvidar el Gran Teatre del Liceu de Barcelona (7 de abril), el Palau de les Arts de Valencia (21 de abril) y, ya en diciembre, el WiZink Center de Madrid.

Luz Casal: "Hace años que aprendí que el hoy es lo importante"