viernes. 19.04.2024

La felicidad también se transmite a la comida, asegura la chef gallega Lucía Freitas, que puede presumir a sus 36 años de atesorar una estrella Michelín, un reconocimiento que le ha permitido "cambiarlo todo" en su restaurante A Tafona, en Compostela, pero sobre todo "tener más tiempo" para ser feliz.

 

Casi una década atrás esta joven cocinera, que se formó en el País Vasco y Barcelona antes de trabajar en El Celler de Can Roca o Mugaritz, abrió su propio restaurante en el que, desde el principio, siempre ha buscado la excelencia, relata a Efe en el marco del Fórum Gastronómico que se celebra hasta mañana en A Coruña. Sin embargo, la calidad que ofrecía en menús de 12 euros no era rentable, así que para no mermar en el producto cambió de estrategia y decidió subir el precio del menú hasta que lo suprimió.

 

"Empezar con un menú de 12 euros me hace valorar muy mucho el producto, parece una tontería pero tardé ocho años en tener un rodaballo salvaje en mi casa, realmente no podía tenerlo porque no podría repercutirlo luego en el precio a los clientes", explica. Años de esfuerzos y sacrificios después, con la estrella Michelín llegaron las posibilidades de trabajar como anhelaba y de tener el producto que siempre quiso en su cocina.

 

"El día que entró ese rodaballo -recuerda- fui la mujer más feliz del mundo, de hecho le saqué una foto y la colgué en redes sociales, te llena de orgullo saber que el trabajo duro llega a algo". Lucía Freitas lo ha "cambiado todo" en su cocina, y aunque sigue elaborando "igual de bien, buscando la excelencia", tiene el restaurante lleno y muchas manos que le ayudan, en definitiva, ha conseguido disponer de "más tiempo en general" para centrarse en hacer las cosas con muchísimo más detalle.

 

"Tengo más tiempo para disfrutar fuera del restaurante de mi pequeño, así que la felicitad también se transmite a la comida", sentencia. Lo que no ha cambiado ha sido la procedencia del producto con el que trabaja en su restaurante, "siempre" prima el gallego: "Yo vendo Galicia, soy embajadora porque estoy tan orgullosa de todo lo que tenemos que no me canso de cantarlo a los cuatro vientos". Esta joven estrella Michelín gallega presume de un producto gallego que "ha sido un referente" para ella y reconoce que "cuando tienes un restaurante y la gente se siente en tu casa, tiene que sentir dónde está ese restaurante". "Eso no se debe perder nunca", termina.

Chef Lucía Freitas: La estrella Michelín me dio más tiempo para ser feliz