viernes. 29.03.2024

Cada día a las ocho de la tarde la popular gaiteira gallega Susana Seivane sale al balcón de su casa en Pravio (Cambre, A Coruña) para tocar la gaita y rendir tributo a "todos los sanitarios y mucha más gente que está luchando contra este bicho", su forma particular de dar las gracias, que además ha servido para fundir a los vecinos, cada uno desde su casa, en un aplauso unísono de agradecimiento.

 

Seivane (Barcelona, 1976) es un apellido que en Galicia no se puede entender sin el sonido de una gaita, por eso, cuando comenzó el confinamiento Susana, y su hermana Saínza se han animado a cargar de notas y emoción su barrio.

 

"El primer día salimos a aplaudir, y como vivimos en una zona rural desconfiamos que saliese gente, pero al día siguiente escuchamos a lo lejos aplaudir a los vecinos y a mí se me revolvió algo por dentro y decidí que aparte de aplaudir también iba a tocar la gaita", ha explicado a EFE Susana Seivane, lo que supuso el punto de arranque de esta iniciativa.

 

Días antes del confinamiento, a la autora de "Fa", su último trabajo discográfico, varios amigos italianos le enviaron un vídeo en el que salían tocando desde el balcón con una gaita de la firma Seivane, lo que le animó también a ella a salir a tocar con uno de los instrumentos fabricados por su familia desde su balcón.

 

"Ahora salgo todos los días a las ocho de la tarde con mi hijo mayor, de 7 años, y con mi hermana, y todos los vecinos están muy agradecidos", dice con una alegría contenida. La iniciativa no sólo tuvo éxito entre los vecinos del pueblo en el que reside, a 15 kilómetros de A Coruña, sino que a través de las redes sociales, Facebook e Instagram, su música "se ha viralizado".

 

Se ha extendido el ánimo que trata de musicalizar hasta Argentina, Uruguay, Suiza, entre otros países de la diáspora gallega, lo que ha aumentado el eco de agradecimiento que brinda a diario a todos los colectivos que trabajan por sacar al país de la crisis mientras la mayor parte de los ciudadanos la resisten encerrados en sus domicilios.

 

Desde Argentina, o la también llamada quinta provincia gallega, le "mandan muchos ánimos porque están preocupados por la situación". "Muchos me escriben diciendo que han descubierto la gaita con mi música y reconocen en este instrumento una vibración especial que les remueve mucho por dentro", ha confesado.

 

"La gaita es una música que sana, remueve almas, que tiene un sonido mágico, por eso vamos a seguir así hasta que termine el confinamiento para animar a todo el mundo y, por supuesto, a mis vecinos", ha puntualizado la gaiteira coruñesa.

 

Al finalizar el homenaje musical de cada día, Susana Seivane desde su balcón profiere a voz en grito mensajes llenos de ánimo a sus vecinos, y ha reconocido sentirse "emocionada" al comprobar que le contestan desde las casas más cercanas, también a voz en grito, con un "gracias muy sentido".

 

Este martes, por ejemplo, ha interpretado el pasodoble de Sárdoma a San Roque y en días anteriores ha tocado diferentes obras gallegas como una muiñeira aturuxeira, una rumba, la polca dos Campaneiros o el himno gallego, entre otras.

 

El confinamiento también ha coincidido con el séptimo aniversario de su hijo mayor, Fiz, al que dedicó el pasado 3 de abril la Rumba de Vergara, siendo para él "un cumple diferente y creo que el mejor de su vida", según ha reconocido Susana Seivane.

 

Los vídeos musicales de Susana Seivane alcanzan en Facebook estos días de confinamiento una audiencia de más de medio millón de personas y más de 5.000 reproducciones. "Una barbaridad en tan poco tiempo", reconoce.

 

Los graba su marido, el exboxeador Xesús Ferreiro, "Cachorro", el sobrenombre deportivo con el que se ha convertido en Campeón de España de supermedio; completan la producción audiovisual y musical del clan familiar sus "cachorros", como ella los llama cariñosamente, Antón, el hijo más pequeño y que participa bailando y Fiz, con el bombo.

La gaita de Susana Seivane se "viraliza" al son de la pandemia