jueves. 18.04.2024

En pleno verano, cuando la mayoría de los habitantes descansan tumbados al sol, un puñado de héroes anónimos combate en los bosques, en primera línea, a un enemigo imprevisible, el fuego, que se ceba con montes de Galicia y del resto del país. El documental "La vida en llamas", que se estrena el 4 de septiembre, rinde homenaje a los bomberos forestales.

 

El equipo dirigido por Manuel H. Martín se ha pegado literalmente a la piel de los brigadistas de la BRICA de Andalucía, una unidad altamente especializada que se traslada en helicóptero a las zonas más peligrosas e inaccesibles de los incendios. El duro compás de espera hasta que suena la alarma, la gravedad y rapidez en la toma de decisiones, el olor a ceniza impregnado en la piel durante días, la preparación física y los sacrificios familiares, por no hablar del enfrentamiento con las llamas son condiciones que convierten este trabajo en no apto para cualquiera.

 

"A ellos no les gusta que empleemos la palabra héroes, pero sin duda hay heroísmo en lo que hacen", señala a Efe Martín. "En la televisión, las noticias sobre incendios se quedan en una visión externa de su trabajo. Nosotros queríamos mostrarlo y que se reconozca", añade. En efecto, los noticieros no muestran cómo hombres como Gustavo, el líder de la brigada, Marcelino, Curiño o Abarca, el veterano, son depositados en el corazón del fuego y, con sus motosierras y azadas, van quitando matorral y levantando tierra para detener el avance de las llamas, con el apoyo de las descargas aéreas.

 

Tampoco suele verse, o más bien oirse, la crudeza y el estruendo del fuego. "La vida en llamas" ofrece espectaculares planos, desde la primera fila y aéreos, de la desolación, pero también del esplendor de la naturaleza. "No queríamos darle tanto un tinte bélico como naturalista. Son historias de personas que aman y protegen la naturaleza, que saben apreciarla porque han crecido y vivido en ella", explica el director.

 

"En general somos muy poco conscientes de lo que tenemos y lo que perdemos con los incendios". Y de eso precisamente se trata, de "concienciar". Entre enero y julio de 2015 han ardido en España más de 52.000 hectáreas, una cantidad que supera la suma de los dos años anteriores en el mismo periodo.

 

El calor extremo no ayuda pero tampoco, opina Martín, decisiones políticas como la modificación de la Ley de Montes que el Gobierno aprobó en julio y que permite la recalificación de los terrenos tras un incendio, sin tener que esperar 30 años como hasta ahora. "Creo que es una decisión totalmente negativa", afirma. "Los bosques deben estar muy protegidos, y lo que era verde, debe volver al verde siempre. No hay que olvidar que más de la mitad de los incendios son provocados.

 

Debemos ser muy estrictos". "La vida en llamas" se detiene en las circunstancias vitales de estos brigadistas. Algunos han renunciado a formar una familia. Otros bregan a diario con las dudas, debido a los riesgos que corren. Del alto grado de preparación física y mental que este trabajo exige pueden dar fe tanto Martín como el resto del equipo técnico que participó en el rodaje, ya que tuvieron que pasar por un entrenamiento y las mismas pruebas que estos bomberos para poder acompañarles.

 

La filmación se llevó a cabo con un gran despliegue técnico que garantiza la inmersión en la experiencia visual del espectador: cámaras de alta definición aptas para operar bajo las descargas de agua, microcámaras instaladas en los helicópteros de extinción, micrófonos inalámbricos resistentes a las temperaturas, cámaras subjetivas y drones. El largometraje, que se estrena en cines en septiembre, se complementará con una serie de tres episodios, esta vez dirigidos por David Beriain, que emitirá en otoño la cadena Discovery Max.

Tráiler:

"La vida en llamas" retrata el combate contra el fuego desde la primera línea