viernes. 19.04.2024

Después de celebrar 20 años en la música, M-Clan abre nueva etapa con un disco que así lo certifica desde su título, "Delta", letra griega que en matemáticas expresa "cambio" y que geográficamente apela a la desembocadura del río Misisipí, cuna del rock and roll, del blues y del folk estadounidense.

 

"No queremos ser un grupo americano ni vamos de americanos", precisa antes de nada el vocalista Carlos Tarque, durante una charla con Efe junto a su compañero, Ricardo Rupérez, para presentar su noveno disco de estudio, grabado en Nashville (EE.UU.) y que presentará en noviembre en varias ciudades españolas, entre ellas Vigo y A Coruña. Fueron 20 días de trabajo "fluido" en la meca del country junto al productor Brad Jones y a una nómina de músicos de la zona para hacer que este álbum, que se publica mañana, tenga "ese sonido tan norteamericano", entre cuerdas y el pedal-steel.

 

"Es nuestro sonido, a pesar de ser un grupo español. Nuestro primer disco, 'Un buen momento', ya se grabó en Memphis (Tennessee) y tiene veintiún años. Todas esas influencias queremos convertirlas en música española", afirma Tarque. Para su primer álbum de estudio desde "Arenas movedizas" (2012) contaban con muchas canciones y seleccionaron "las mejores de cada tipo, con el hilo conductor del sonido americano, que lo hace diferente de los demás". "Con él empieza otra etapa nueva muy ilusionante", afirma Rupérez, sobre un trabajo que recupera una idea que acariciaban desde hacía años: la de realizar "un disco acústico, más 'folki' e íntimo".

 

El momento llegó tras la grabación del álbum en vivo "Dos noches en el Price" (2014), con una música cargada de "mucha electricidad y de majestuosidad de metales y guitarras". "Delta" arranca con "Grupos americanos", que tiene "un punto de homenaje también a nosotros mismos y al lugar del que venimos", cuenta Rupérez, sobre esta loa a "aquella generación en la que uno se compraba un vinilo y quince se lo grababan en casete". La memoria y el retorno a un tiempo y a una tierra "remanso de paz", casi míticos, idealizados, juegan un papel destacado en estas canciones, que hacen de este un álbum con un marcado componente "evasivo" y "de espacio abierto". "Vivimos en el campo, por lo que nuestra conexión es mayor con la naturaleza, de ahí nuestras letras, que evocan esos paisajes", explica el guitarrista sobre un aspecto visible desde la portada misma. Otra de las canciones importantes, ya en la segunda mitad del álbum, es "Todo lo joven muere hoy". "El día que murió David Bowie, veía a los chavales entrando en el colegio y me dio por pensar en cómo reivindicaba un espíritu adolescente, sobre todo en los tiempos del glam, de esa efervescencia de purpurina y alcohol", revela el vocalista sobre un tema que, en esencia, "habla de lo efímero". Se trata de uno de los pocos temas que escapan a la premisa de producción "desnuda" para crecer acústicamente en su desarrollo, con algo de influjo de los Beatles. Esa mirada al pasado, subrayan, no tiene que ver con la creencia de que la música de hoy sea peor a la de antaño. "Lo que sucede es que ahora hay mucha y se consigue de una manera muy fácil. Es un arma de doble filo, porque no hay tiempo para saborearlo. Las cosas se devalúan en función de la facilidad para obtenerlas", opina Tarque. El 4 de noviembre arranca su gira, en la que intentarán sorprender con una nueva propuesta y algún miembro más de los acostumbrados en la banda. Será en el Palacio de Congresos de Granada. Después pasarán por el Auditorio Palacio de Congresos Mar de Vigo (día 11), por el Palacio de la Ópera de A Coruña (día 12) y L'Auditori de Barcelona el día 24. Ya en diciembre, actuarán el día 2 en el Auditorio de Zaragoza, el 3 en el Palacio de Congresos de Valencia, el 17 en el Teatro de La Laboral de Gijón (Asturias), el 23 en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia, el 28 en el Barclaycard Center de Madrid y el 29 en el Auditorio de FIBES de Sevilla.

"No vamos de americanos", dice M-Clan ante su apuesta de folk estadounidense