jueves. 28.03.2024

El coronavirus ha pasado el pico de la curva en España y tras cinco semanas de confinamiento el virólogo Raúl Ortiz de Lejarazu cree que es el momento de que el Gobierno explique a los españoles sus planes A, B o C para la desescalada: "hay que decir que en agosto no estaremos pegados en las playas".

 

Consejero científico y director emérito del Centro Nacional de la Gripe en Valladolid, del que estuvo al frente durante años, Ortiz de Lejarazu sostiene, en entrevista telefónica con la Agencia Efe "que hay que anticipar el invierno que viene, ya que el coronavirus estará entre nosotros y la alerta pandémica declarada por la OMS durará un tiempo razonablemente largo, un año o año y medio", aunque confía en que "no con la misma situación de ahora".

 

Por ello reclama que se explique a los ciudadanos cuanto antes qué se va a hacer en España para ese desconfinamiento futuro, para lo que no hay que inventar nada sino adaptar a la realidad de cada país lo que están haciendo otros con confinamientos menos duros que el español.

 

China, que "comunica" tener menos muertos y casos que España, Italia o Francia, ha tomado medidas tras levantar el confinamiento con test diarios, desinfecciones, mascarillas y medidas de la temperatura: "Es el espejo en el que nos tenemos que mirar".

 

La fase actual de la pandemia en España es de "meseta claramente, y el porcentaje de contagios está descendiendo, y hay que creerlo porque es así", por lo que hay que empezar a plantear planes de desconfinamiento", "los ciudadanos tienen que conocer el horizonte de la desescalada", "tienen que visualizarlo" y no "dejarlo para el último día", apremia.

 

El virólogo indica que España ha pasado el pico de la curva del coronavirus, pero se "necesitan claramente dos semanas más como mínimo para que se vea claramente ese descenso".

 

Cuando trascurra una "semana o semana y media de descenso de los contagios sería el momento de iniciar el desconfinamiento, ya que el virus no va a desparecer, al haber portadores asintomáticos, y los ciudadanos tienen que ser consciente de su responsabilidad individual", refiere.

 

Ortiz de Lejarazu insiste en que los españoles, tras estas semanas de confinamiento, "se merecen" que les expliquen qué planes hay, "no son menores de edad", "lo tienen que saber" como se ha adelantando en países como Francia.

 

"Alguno piensa que vamos a estar en agosto todos pegados en las playas", o que "se abrirá la puerta del confinamiento y al día siguiente todos estaremos pegados en el parque o en las terrazas de los bares", y "es el momento de decir que eso no ocurrirá.

 

Es muy impopular decir eso, no da votos, pero hay que explicarlo", incide. Ortiz de Lejarazu cree que en esa salida, que será gradual, habrá que tener en cuenta los indicadores epidemiológicos de cada comunidad, sin olvidar que el virus "no reconoce fronteras", por lo que insiste en que la más importante de las medidas tiene que ver con esa conducta ciudadana responsable a la que hay que apelar y vigilar.

 

A las medidas de protección social y colectivas, como el confinamiento, tienen que seguir las individuales y los planes de limitación de aforos en comercios o restaurantes, con actos y eventos en los que se garanticen las condiciones de distancia de seguridad individual, ese metro y medio 0 dos metros que estipulan, añade.

 

"No cabe llorar sobre la leche derramada, sino que es el momento de hacer planes. Se puede tener mucho miedo cuando las cosas han pasado de una manera, pero eso no debe frenar las medidas que conduzcan a un horizonte de esa desescalada", reclama el experto, que pide incluso un "debate sano" sobre esa salida con "las sociedades científicas y segmentos sociales afectados, respetando los derechos constitucionales de cada uno y evitando situaciones que induzcan a la discriminación y a la denuncia cainita ciudadana".

 

Y puntualiza que "el desescalado del confinamiento obligará a los países que aplicaron tardiamente este último -como el caso de España- a mantener hasta más allá del otoño medidas clásicas de protección individual preventivas de la infección, que no deben confundirse con el confinamiento" actual.

 

La vida va a ser distinta durante meses y “cuanto antes nos acostumbremos a ello, menores efectos psicológicos, laborales y sociales tendrá”, añade.

 

Ortiz de Lejarazu no cree que la llegada del verano corte la difusión del virus, aunque la puede retrasar, y duda de propuestas como los carnés de inmunizados, "muy complejos y que no garantizan la inmunidad o que la persona se vuelva a reinfectar".

 

Y sobre las mascarillas, aunque "no son la panacea", sirven para proteger a los demás si estás infectado. "Uno es responsable de su propia salud y solidario con la de los demás: o te pones la mascarilla o mantienes la distancia de seguridad".

 

Respecto a la mayor tasa de mortalidad española, lo atribuye a una base de infectados inicial mucho más amplia, "y todo el mundo está de acuerdo en que las medidas se tomaron con retraso", y a que se abordó la pandemia al inicio, sin tener en cuenta los entornos con personas más frágiles como las residencias de ancianos, y "seguimos sin arreglarlo del todo", en un país con la pirámide poblacional más envejecida de la UE, concluye.

Virólogo: "hay que decir que en agosto no estaremos pegados en las playas"