sábado. 20.04.2024

El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, ha señalado este mediodía que en el recurso del fiscal Anticorrupción Pedro Horrach contra la decisión del juez José Castro de imputar a la Infanta Cristina por delito fiscal y blanqueo, éste "se limita a discrepar respetuosamente" del contenido del escrito del magistrado. Torres-Dulce ha contestado así a preguntas de los informadores tras un acto en Pontevedra y después de unas declaraciones esta mañana del propio Castro en las que retaba a la fiscalía a querellarse contra él por prevaricación, en vista de la censura a su actuación, la que figura en el recurso de la fiscalía de Palma.

 

"El juez ha cambiado de criterio y lo respetamos", ha dicho el fiscal general, que ha añadido que Horrach "puede reflexionar en el sentido de entender que la falta de apoyatura jurídica del auto del señor Castro se puede basar, dicho sea con todo el respeto, en conjeturas", un comentario que ha reducido a "una apreciación del fiscal". El jefe de la fiscalía también se ha referido a la reforma de la planta judicial y a la controversia que ha creado en Galicia en relación a Vigo, que correría el riesgo de quedarse sin sede judicial; y al respecto ha añadido que el reto es "conciliar la modernización con la cercanía a los ciudadanos", y que en el caso de Vigo y Pontevedra es "absolutamente inexcusable" no reparar en que la primera debe seguir manteniendo la sede.

 

El fiscal general ha reiterado igualmente su postura favorable al aforamiento de Juan Carlos I tras su abdicación, así como de la familia del Rey porque entiende que, mientras siga existiendo la figura, no ve "por qué excluir a quien sigue teniendo una consideración legal evidente". Torres-Dulce acudió a Pontevedra para participar en la imposición de la Cruz de San Raimundo de Peñafort a Juan Carlos Aladro, fiscal jefe de Pontevedra, un acto que se desarrolló en una de las salas de vistas de la Audiencia Provincial. Con la asistencia, además del propio Torres-Dulce, del fiscal superior de Galicia, Carlos Varela, y el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, Aladro hizo un discurso de agradecimiento sentido, con citas a Quevedo y Unamuno, y con críticas serias a las reformas legales "en ciernes", como la del Código Penal o la de planta judicial, con menciones reiteradas al "miserable" presupuesto de la fiscalía.

 

En ese sentido, lamentó el "regalo con veneno" de la reforma del Código Penal y las "razones economicistas, desde la lejanía" y "no explicadas por nadie" para la exclusión de sedes judiciales. También las contradicciones en las normas que se plantean, y los reproches a que se conviertan irregularidades administrativas en delito y a que se piense en atribuir de entrada la instrucción a la fiscalía, pero por otro lado se creen tribunales de instancia en sentido contrario. Actuaciones "kafkianas", a su entender, que avalan el dicho de que "no hay buen viento para el que no sabe a dónde quiere ir", una argumentación que le ha valido para criticar la "exageración" en la propuesta legislativa, hecho que vinculó a la propia historia del país. "Logramos pelearnos entre nosotros durante ocho siglos", ha recordado. La cruz de San Raimundo de Peñafort, que se le otorga en su primera clase, es un reconocimiento a los juristas creado tras la creación de la orden homónima en 1944, en honor a tal santo medieval, patrón de los juristas.

Torres-Dulce: Horrach "se limita a discrepar respetuosamente" del juez Castro