viernes. 19.04.2024

La Sociedad Española de Cardiología, en colaboración con la Sociedad Española de Cirugía Cardiaca, han concluido un estudio, que se presentará en breve, con el que se pretende establecer unos estándares mínimos de calidad en la sistema público de salud para el ejercicio de la cardiología en España. Estos estándares de calidad se resumen en el proyecto Incardio, que ambas sociedades científicas publicarán en breve en sus respectivas revistas y que remitirán a todos los hospitales del Sistema Nacional de Salud y al Ministerio de Sanidad con el fin de que se puedan homologar en toda España. Así lo ha explicado a Efe el presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), José Ramón González-Juanatey, quien ha presentado los últimos detalles de este informe en el XXVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Arteriosclerosis, que ha reunido en Logroño durante los últimos días a unos 400 expertos. González-Juanatey, también jefe de Cardiología del jefe de servicio de Cardiología del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela, ha precisado que el objetivo del informe es mejorar la atención a los pacientes en este ámbito y ofrecer al paciente "una cardiología de la máxima calidad" en el Sistema Nacional de Salud. Para González-Juanatey, "los mayores logros sociales de España son la educación y la sanidad pública" y este informe pretende contribuir a que la atención a los pacientes con cardiopatías sea "lo mejor y lo más homogénea posible, evitando diferencias entre comunidades autónomas y centros". Según los últimos datos de la SEC, la tasa media de mortalidad por infarto agudo de miocardio en España es de casi el 8 %, pero con diferencias de hasta el 50 % entre unas y otras comunidades autónomas, que pueden reducirse al 9,6 %. Ha explicado que, hace 30 años, el índice de mortalidad de los pacientes que llegaban al hospital vivos por infarto era de un 30 % y en la actualidad es de un 5 % en los mejores hospitales de España y el mundo, que tienen establecidos "códigos infarto". El programa Incardio determina, por tanto, que la mortalidad de un paciente con infarto, excluido aquel que llegue inconsciente a las urgencias, debe ser inferior a ese 5 % y, para ello, establece "muchos indicadores de calidad en cardiología", que deben ser homogéneos en todo la sanidad pública española.

 

Ha añadido que, una vez que los especialistas dispongan de este documento, tendrán que ver "cuál es el índice de mortalidad de cada centro, si cumplen con ese indicador y qué oportunidades de mejora les ofrece", ya que también contiene indicadores como la organización de la rehabilitación cardiaca, la atención al paciente con infarto o la importancia de establecer "códigos infarto".

 

González-Juanatey ha recordado que estos "códigos infarto" son procesos mediante los cuales, ante la mínima sospecha de un paro cardíaco, se pone en marcha de forma inmediata el sistema sanitario para intentar abrir la arteria obstruida a través de una angioplastia primaria -la técnica más recomendada para esta patología- en un tiempo que no supere los noventa minutos.

 

En su opinión, el informe "Incardio" es "muy útil porque permitirá al facultativo analizar los resultados en su paciente, en su centro u hospital y compararlos con los de este índice de referencia para ver oportunidades de mejora". Ha detallado que ambas sociedades científicas han tardado más de un año en elaborar este documento, pero se sienten "muy reconfortadas" de su contenido porque, además, la Sociedad Europea de Cardiología lo ha hecho propio, después de su revisión por las comunidades autónomas y el Ministerio. González-Juanatey ha incidido en que "este documento va a ser un paso muy importante en la defensa de la homogeneización de la calidad asistencial en el conjunto de España.

 

La elaboración de este informe se explica en que, "en los últimos años, la mortalidad del infarto en España se ha reducido de forma continua y constante, pero existen ciertas heterogeneidades, incluso, entre comunidades autónomas y, entre todos, debemos identificar oportunidades de mejora".

 

"No es de recibo que en 2015, en España, no existan 'códigos infarto' en todas las comunidades autónomas", ha añadido este cardiólogo, para quien "tiene que haber una organización clara de atención al infarto". A ello ha sumado "programas de control de calidad de la cirugía cardiaca, incluso de otras patologías cardiológicas, como la insuficiencia cardiaca, las arritmias, que son cuestiones que contempla el documento".

 

El presidente de la SEC también ha defendido la renovación tecnológica en la sanidad pública española para seguir ofreciendo una cardiología de alto nivel". Para él, "el Sistema Nacional de Salud de España siempre ha permitido incorporar la innovación y seguir ofreciendo calidad en la atención cardiológica".

 

Sin embargo, cree que, en esta época de crisis económica y de "recortes en el sistema público de salud", es necesario que estas sociedades científicas se posicionen en defensa del Sistema Público de Salud, que es el que "tiene que seguir garantizando calidad y alta calidad en cualquier lugar de España, con independencia de los ingresos económicos y la procedencia social de las personas".

 

Fijan estándares mínimos de calidad para ejercer la cardiología en España